El policía bonaerense que está detenido por los homicidios de dos adolescentes tras el descarrilamiento de un tren en José León Suárez aseguró ayer que no tiró a matar, sino a los pies de un hombre, que lo amenazaba con un arma a corta distancia, y que al recargar su escopeta confundió los cartuchos de postas de goma con los de plomo.
Fuentes judiciales informaron que el teniente Gustavo Vega fue indagado en la tarde de ayer por el fiscal de San Martín, Marcelo Sendot, quien resolvió que continúe detenido hasta recibir los peritajes balísticos de la Gendarmería Nacional.
Si bien los estudios no podrán determinar con qué escopeta fueron disparados los perdigones que mataron a los chicos, los análisis planimétricos permitirían establecer dónde se encontraban los tiradores y los blancos y así llegar a alguna conclusión.
En su declaración, Vega relató que tras el descarrilamiento del tren ocurrido hace una semana, cuando fueron asesinados Franco Almirón (16) y Mauricio Ramos (17), estaba parapetado con otros efectivos detrás de los vagones y que un grupo de alrededor de 50 personas les arrojaban piedras.
EL PEOR ESCENARIO
Según el policía, de repente empezó a sentir que balas de plomo le «zumbaban cerca de la cabeza» y un hombre armado con una pistola le apuntaba a unos tres metros de distancia.
Vega dijo que en ese momento recargó su escopeta y disparó a los pies de esa persona, que salió corriendo al parecer sin heridas, ya que no lo vio caer en ningún momento.
Según el efectivo, recién después del estruendo que sintió, advirtió que le había disparado con un cartucho con municiones de plomo.
«El policía dijo que se sintió acorralado y que en la desesperación, porque su vida corría peligro, no se dio cuenta de que lo que estaba recargando era un cartucho con postas de plomo», contó una fuente judicial.
Fuente: El Día