La Ciudad enfrenta la paralización de casi una veintena de obras públicas por órdenes judiciales, la mayoría a partir de amparos presentados por los vecinos: entre los pasos bajo nivel en calles de distintos barrios, el estacionamiento subterráneo en Parque Las Heras, el CGP de la plaza de Boedo y el edificio del Banco Ciudad en Parque Patricios suman 18 obras detenidas.
Quince pasos bajo nivel planeados para agilizar el tránsito y mejorar la seguridad en los cruces ferroviarios están detenidos: los vecinos ven amenazada la tranquilidad del lugar, porque muchos “sapitos” se diseñaron en calles donde no hay barreras.
En el caso del estacionamiento del Parque Las Heras, organizaciones vecinales se movilizaron para impedir que se les afectara el espacio verde, cuando más de la mitad de la plaza se había convertido en un obrador. La gente consiguió una medida cautelar que paralizó la obra, con el argumento de que no se tuvo en cuenta el efecto sobre el patrimonio arqueológico del lugar (allí funcionó una cárcel).
Otro caso se da en Boedo. El Gobierno de la Ciudad inauguró parcialmente un espacio verde muy reclamado por los vecinos, en Sánchez de Loria y Carlos Calvo. Pero hace poco llamó a una licitación para construir allí un CGP. La Justicia atendió el reclamo de los vecinos y paró la obra, con el argumento de que la ley destina el terreno íntegramente a una plaza. La construcción del nuevo edificio del Banco Ciudad, en Parque Patricios, también se judicializó, a partir del reclamo de una legisladora, pero pudo seguir porque había peligro de derrumbe si se interrumpía.
En general, los trabajos están frenados por medidas cautelares, que no paran las obras definitivamente y que podrían ser levantadas. La Justicia atiende los amparos, porque el Gobierno porteño, en ocasiones, falla en sus mecanismos de consulta antes de arrancar las obras.
Fuente: La Razón