Crítico tedeum en Tucumán al que no asistió Cristina

El arzobisbo Horacio Zecca cuestionó que se “convierte en enemigo a todo aquel que discrepa”. Sí estuvieron presentes el gobernador José Alperovich y su esposa la senadora Beatriz Rojkés.

Era el último tedeum del 9 de julio en Tucumán para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo la mandataria pegó el faltazo al evento y fueron el gobernador provincial José Alperovich, junto a su esposa, la senadora Beatriz Rojkés quienes escucharon las críticas de boca del arzobispo Horacio Zecca.

En la ceremonia, el representante del clero no ahorró sus críticas contra el Gobierno y sostuvo que la Argentina no vive en una sociedad que se dice “democrática y pluralista”.


“Esto en una sociedad que se dice democrática y pluralista. Me pregunto ¿de qué pluralismo y democracia se habla? ¿De la de un discurso único y excluyente que convierte automáticamente en enemigo al que con todo derecho discrepa?», apuntó.


Asimismo, Zecca expresó la postura oficial de la Iglesia en contra de los protocolos para casos de aborto y de fertilización asistida que impulsa el Gobierno nacional y que se aplican en las provincias.

«Son absolutamente inaceptables porque violan el elemental derecho a la vida y a seguir la propia conciencia avasallando, además, las legítimas autonomías provinciales. Confío en que nuestros legisladores sabrán defender los derechos de los tucumanos oponiéndose a estos intentos», expresó.

Según el diario La Gazeta de Tucumán, el arzobispo apuntó también contra “la sanción de leyes de dudosa legitimidad jurídica, basadas en un positivismo inaceptable; se articulan políticas públicas que ignoran elementales derechos humanos; se ataca impunemente a la Iglesia y se vulneran sus derechos y, hasta en algunos medios de comunicación social, se la agrede injustamente, ridiculizando valores religiosos y a quienes los profesan”.

“Nos estamos habituando a soportar, por parte de algunos grupos de poder y de pensamiento, la indiferencia, la oposición, la persecución y el desprecio. Esta purificación nos viene bien. Pero hay que reaccionar, con espíritu de diálogo y actitud pacífica, pero con decisión”, enfatizó.

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