Un andinista alemán de 63 años murió ayer en el cerro Aconcagua tras caer a un precipicio, informó la policía de Mendoza. Se trata del tercer deceso que se registra en el pico más alto de América en lo que va de la temporada.
La víctima, identificada como Bar Kheinz, de 63 años, había comenzado el ascenso al Aconcagua el 17 de enero último junto a otros dos escaladores alemanes y un guía, y se encontraba en un sector de la montaña que se conoce como «La Travesía» al ocurrir su muerte.
El accidente se produjo alrededor de las 8.30, a unos 6.500 metros de altura, cuando Kheinz intentaba alcanzar la cima. Si bien las causas del episodio están siendo investigadas, la policía mendocina indicó que el andinista habría perdido el equilibrio y habría caído por una profunda pendiente de hielo.
Tal como le informaron los compañeros de la víctima a la patrulla de alta montaña al comunicar la tragedia, el cuerpo habría quedado en el fondo de un barranco cercano a la zona del Gran Acarreo, a unos 6 mil metros de altura.
Ayer por la tarde, la patrulla de rescatistas del Aconcagua había comenzado ya el ascenso para evaluar cómo ocurrió el accidente e intentar recuperar el cadáver del andinista alemán.
LAS OTRAS DOS VICTIMAS
Con la muerte de Kheinz, ya son tres los andinistas que pierden la vida en el Aconcagua en lo que va de esta temporada. Los casos anteriores involucraron a una española de 50 años y a un norteamericano de 54.
Recién empezaba la temporada de ascenso al Aconcagua, cuando el 27 de noviembre se produjo la muerte de Ana Guerra. La andinista española, que había llegado unos días antes con su esposo y se encontraba en el campamento Confluencia tratando de aclimatarse, sufrió un accidente cerebro vascular y murió horas más tarde mientras una patrulla intentaba llevarla al Hospital Chrabalowski, de Uspallata.
Apenas un mes más tarde se conoció la muerte de John Watcher, la segunda víctima fatal de la temporada. El andinista norteamericano había logrado hacer cumbre en Navidad y había comenzado a descender al día siguiente por el peligroso Glaciar de los Polacos cuando le ganó el agotamiento. Su deceso fue producto de un edema pulmonar.
Con sus 6.962 metros de altura, el pico más alto de América atrae cada temporada a cientos de andinistas de todo el mundo, algunos de los cuales alcanzan a hacer cumbre. Entre ellos estuvieron este año dos habitantes de nuestra Región: Carolina Klapko, de 35 años; y Pablo Conti, de 39.
Fuente: El Día