Colosal e inolvidable

El famoso «come on» del australiano Lleyton Hewitt cambió de idioma y de dueño. Al final del maratónico encuentro en el Abierto de Australia, el cordobés se apropió del particular grito y lo convirtió en un ruidoso «¡vamos!».

MELBOURNE.- No hubo desperdicio para nadie. Ni para los argentinos que madrugaron y se pegaron al televisor, ni para el público que estuvo en el estadio Rod Laver hasta las primeras horas de la madrugada australiana. El triunfo de David Nalbandian sobre el local Lleyton Hewitt en la primera ronda del Abierto de Australia fue todo lo que se anunciaba y más. Tanto, que dejó en segundo plano el retorno, esperanzador por cierto, a un grand slam de Juan Martín del Potro.

Nalbandian, que en segunda ronda enfrentará al lituano Richard Berankis, reaccionó al borde del abismo para levantar dos match points e imponerse por 3-6, 6-4, 3-6, 7-6 (7-1) y 9-7. La piel del rubio seguía erizada después de ganar un partido en el que llegó a sacar 1-3 y 0-40 en el set final. «En los dos match points jugué increíble: hice saque y red por primera vez. Desde ahí el partido era para cualquiera de los dos», reconoció el unquillense.

Nalbandian mostró síntomas de agotamiento en el final. «Tenía calambres en la parte delantera de la pierna, luego en la trasera. No podía estirar una y ya se me acalambraba la otra», resumió. Durante casi dos horas pareció que el inevitable triunfador sería Hewitt. Veloz, preciso y concentrado, el ex número uno era claramente superior. El cordobés no se rindió, remontó la desventaja tenística y psicológica en el cuarto set y llevó las acciones a un tie break en el que arrasó tras colocarse 6-0. El set final mostró a Nalbandian con un fuerte dominio de la situación. Hewitt, por su parte, no tenía la precisión del inicio aunque luego terminaría reaccionando. Con el 7-7 en el tanteador, Nalbandian quebró el saque y aguantó. Ambos estaban extenuados, pero fue el cordobés el que tuvo la energía necesaria para dar la estocada final. Con gran clase, definió el partido con un globo que dejó clavado en la red al australiano. Lo gritó con el alma, mientras todo el estadio y un país digerían la desilusión.

Aceptable

Del Potro celebró a la luz del día su 7-6 (15-13), 6-4 y 6-4 sobre el israelí Dudi Sela. El tandilense se recuperó de cinco set points en el primer set y dejó una buena imagen de recuperación. En segunda ronda enfrentará al chipriota Marcos Baghdatis. «Es importante ganar, fue un lindo partido. Hace mucho que no vivía ese ambiente», expresó Del Potro.

Fuente: La Gaceta-DPA-Especial