Pese a las abundantes lluvias que se registraron el fin de semana, sobre todo en el centro y el oeste de la provincia de Buenos Aires, las estimaciones para la próxima cosecha de soja siguen clavadas en 47 millones de toneladas. En su primer cálculo para la oleaginosa, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó ese tonelaje la semana pasada y, según especialistas del sector, al margen de las últimas precipitaciones, ese volumen no cambiará. En todo caso, la lluvia sirvió para evitar mayores pérdidas en el cultivo.
«Las precipitaciones fueron puntualmente muy buenas para la soja», opinó Maximiliano Zavala, de la Bolsa de Cereales porteña. «Pusieron paños fríos sobre el fuego», graficó Tomás Parenti, de la Bolsa de Comercio de Rosario. Aunque con variabilidad, las lluvias llegaron al norte bonaerense, una de las zonas más castigadas por la sequía. En Colón, por ejemplo, se registraron 40 milímetros. Y más hacia el oeste provincial en varias localidades estuvieron por encima de los 60 milímetros. Hubo bajos milimetrajes en Córdoba, otra provincia con fuerte disparidad en sus cultivos.
Para Ricardo Baccarin, vicepresidente de Panagrícola, con 47 millones de toneladas la cosecha ya tiene cinco millones de toneladas de merma respecto de los 52 millones que se esperaban al inicio de la campaña. En plata, esa caída significa 2500 millones de dólares menos de ingresos para el país. De esa cifra, el Estado se queda sin embolsar US$ 870 millones.
Impacto
Para Rodolfo Rossi, especialista en soja de Nidera, la lluvia que regó con más fuerza Buenos Aires llegó al 40 por ciento de la soja sembrada en el país. Dijo que evitan una mayor caída en los rindes. Pero, según precisó, las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones de la semana pasada ya habían recortado 5/7% la producción, sumándose a pérdidas anteriores.
Como señal positiva, para Eduardo Sierra, experto en agroclimatología, el cultivo podría recibir más lluvias mañana y pasado mañana.
Fuente: La Nación