Con movilizaciones y mercados cerrados, empezó el paro rural

Con asambleas de productores y los recintos de las bolsas de cereales sin actividad, comenzó ayer el primer día del paro organizado por la Comisión de Enlace en protesta por la intervención del Gobierno en el precio del trigo, que se extenderá hasta el domingo próximo.

En concentraciones realizadas en Junín y en Oliva (Córdoba) los productores propusieron extender la medida de fuerza, lo que por ahora es desestimado por los dirigentes de la Comisión de Enlace.

En forma paralela se repitieron las acusaciones entre funcionarios y ruralistas sobre las motivaciones de la medida de fuerza, novena contra el gobierno de Cristina Kirchner.

El subsecretario de Agricultura, Oscar Solís, dijo que «el único perjudicado por la protesta es el productor». En declaraciones a Radio Continental, el funcionario contradijo declaraciones del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que el viernes pasado había dicho que el paro podría perjudicar el abastecimiento de alimentos. La protesta, señaló Solís, «no tiene impacto en la población».

Por su parte, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, admitió que los productores no reciben el precio pleno por el trigo. «Reconocemos que no se recibe el precio que el productor debería recibir, no digo que el problema no existe», sostuvo, en declaraciones a la radio La Red.

El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Luis Biolcati, negó que la medida de fuerza implique algún problema para los consumidores. «Es una medida simbólica de impacto político», afirmó.

Desde la Federación Agraria Argentina (FAA), el presidente de la entidad, Eduardo Buzzi, dijo que «el paro se termina el domingo». El dirigente anunció un nuevo tractorazo contra Cargill, el viernes próximo, frente al puerto que la compañía cerealera tiene en el sur de Rosario. Buzzi evaluó que «el acatamiento a la medida de fuerza por el trigo es alto, porque se trata de la reacción ante un esquema que lleva cinco años garantizando ganancias millonarias a un puñado de exportadores y molinos». El dirigente recorrerá las localidades bonaerenses de Pergamino, Chivilcoy y Pehuajó, mientras que el acto central de la Comisión de Enlace se realizará mañana en Bahía Blanca.

Concentraciones
En la localidad cordobesa de Oliva, a 96 kilómetros de la capital provincial, unos 300 productores se concentraron a la vera de la autopista Rosario-Córdoba. El presidente de la Sociedad Rural de Oliva, Gabriel Deraedaeker, dijo que los agricultores propusieron extender la protesta una semana más e incluir la hacienda entre los productos por no comercializar. En la reunión, que tuvo el apoyo de la Comisión de Enlace provincial, también hubo quejas por la intervención del Gobierno en el mercado de maíz y por la distribución del Fondo Federal de la Soja.

Por otra parte, en Junín, productores de la zona se declararon ayer en estado de alerta y movilización, que supone la posibilidad de cortar rutas o trasladarse a la Capital Federal, para hacer oír su reclamo en contra de las «distorsiones de los precios» de los granos. Unos 70 productores se reunieron ayer por espacio de cuatro horas en una asamblea a la vera de la ruta 7, kilómetro 256, entre las 8 y las 12, para expresar su «hartazgo» por las medidas del Gobierno, que consideraron un «manoseo», según informó Rodrigo Esponda, presidente de la Sociedad Rural.

«Si es necesario cortar, vamos a cortar, y si es necesario viajar a Buenos Aires, vamos a viajar», dijo a La Nacion el presidente de la Sociedad Rural de Junín, durante la movilización.

La idea comunicada a la Comisión de Enlace es manifestarse en la Capital Federal frente a la Secretaría de Comercio Interior. «Allí se distorsionan los precios», dijo el vocero de los productores rurales de Junín.

Y concluyó: «Si es necesario prolongar el paro, que se prolongue. Necesitamos respuestas».

En tanto, productores rurales de San Pedro también se reunieron ayer para analizar la posibilidad de cortar la ruta o movilizarse, según dijo a La Nacion Raúl Victores, presidente de la Sociedad Rural de esa localidad.

Fuente: La Nación