Billetes de 200 o 300 pesos son los que debería emitir el Banco Central (BCRA), según economistas consultados por La Nacion, para solucionar el problema de escasez de efectivo que viene atravesando el país desde los últimos días de 2010. Si bien no todos coincidieron en el monto, los analistas sí, en cuanto a que la Argentina necesita hoy billetes de mayor denominación que de 100 pesos, la máxima de la actualidad.
«No es necesario hacer un billete tan alto, pero sí lo es hacer uno de 200 pesos. El aumento de precios en la Argentina hace que hoy sea imprescindible tener un billete de más de 100 pesos», dijo, por ejemplo, Ernesto Kritz, director de SEL Consultores.
Por su parte, Milagros Gismondi, economista del estudio de Orlando J. Ferreres explicó: «El valor de los billetes que deberían hacerse para solucionar el tema de la escasez varía, dependiendo del año que se tome de base para sacar el cálculo: si se toma 2003, hoy se deberían emitir billetes de 300 pesos».
«Cuando uno mira la realidad, tomando las cifras oficiales de crecimiento del gasto público, de los salarios y de la recaudación, estos dan cuenta de un problema de nominalidad notorio. La solución a esto es clara: hay que emitir billetes más grandes», explicó, en tanto, Rodrigo Alvarez, economista jefe de Ecolatina.
«No podría decir con exactitud de cuánto debería serían ser; sacar ese número requiere un análisis fino, pero no hay duda de que hay que hacer billetes de mayor valor», agregó.
El economista Marcelo Loscano tampoco detalló el valor que debería tener el billete más grande de la economía actual, pero afirmó: «Los billetes deben adaptarse a las variaciones de los precios: a medida que estos crecen, también lo tiene que hacer la denominación de los billetes. Es claro que un billete de 100 pesos hoy ya no alcanza para nada; es primordial corregir esta situación en un país donde el billete es lo que más se usa».
Distintas propuestas
Por momentos, la falta de dinero dio la sensación en la calle de estar viviendo una situación de alguna similitud con la de 2001. Las voces del arco opositor también se manifestaron en contra. «La falta de efectivo es un corralito encubierto de Cristina Kirchner», escribió Stolbizer en la red social Twitter.
Los reclamos se hicieron escuchar. Desde que comenzó el problema de la escasez de billetes, hubo propuestas para imprimirlos con valores superiores a los 100 pesos. A fines del año pasado, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) sugirió al Banco Central imprimir billetes de mayor denominación.
Además, se presentaron tres proyectos de ley a cargo de diferentes legisladores: Federico Pinedo (Pro), Gerardo Milman (GEN) y otro elaborado por Pablo Verani (UCR). La presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, hizo oídos sordos a la situación y descartó la posibilidad de emisión de billetes de mayor denominación. Para ella, el faltante respondió a una cuestión estacional y negó que fuera consecuencia de la alta inflación.
«En todas las economías, la cantidad de billetes de cada monto que se emite depende de la circulación y del uso que tenga cada uno. En 2001 y 2003, los billetes de 100 tardaban mucho en gastarse; por eso, la cantidad emitida se ajustaba a las necesidades de la gente», explicó Gismondi. «Hoy, en cambio, 100 pesos son moneda corriente: valen lo mismo que valían 25 pesos, aproximadamente, en 2001, y eso hace que no alcancen», agregó.
Según calculó la consultora Econviews, el billete de 100 pesos rinde en la actualidad, apenas 27 pesos si se lo considera en términos reales y a precios de 2001.
Según explicaron algunos de los consultados, el fantasma de la inflación -que cerró el año con un 10,9 por ciento de acuerdo con los datos del Indec y de entre un 22 y un 26 por ciento, según las consultoras privadas- es la razón por la cual el Gobierno no responde a los múltiples pedidos que abogan por la creación de un billete con un valor superior al de 100 pesos.
«Hacer billetes de mayor denominación generaría un aumento de precios porque afectaría las expectativas de la gente: se estaría diciendo explícitamente que el peso dejó de valer y eso -si bien es sabido- ayudaría a que la inflación creciera», concedió Gismondi.
En contraposición, Lascano dijo: «Emitir billetes más grandes no generaría más inflación; simplemente, resolvería un problema gravísimo: la escasez de billetes».
Fuente: La Nación