Son piezas de ejemplares de cinco metros de largo, del período Cretácico. Aparecieron en la localidad rionegrina de Lamarque. Un equipo de investigación paleontológica halló restos de tiburones con 65 millones de años de antigüedad, cerca de la localidad rionegrina de Lamarque, a unos 200 kilómetros de distancia de las actuales costas del Atlántico.
La información proporcionada por el Museo Municipal Paleontológico de Lamarque indica que las piezas, correspondientes a la dentadura de cetáceos de unos 5 metros de longitud, se encontraron en la zona del Bajo de Trapalcó.
Los investigadores Sergio Bogan, de la fundación de historia natural Félix de Azara; Federico Agnolín, de la Universidad Maimónides; y Daniel Cabaza, del museo de la localidad, completaron en las últimas semanas un trabajo de relevamiento que demandó más de 8 meses.
El estudio, próximo a publicarse en una revista especializada, confirma el hallazgo de restos fósiles de tiburones que habitaron la zona hace 65 millones de años, durante el período cretácico, cuando la región central de Río Negro era lecho marino.
Los estudiosos determinaron que en estos mares se encontraban diversas especies de tiburón, tales como los Serratolamna serrata, Cretalamna appendiculata, Squalicorax pristodontus, junto con otras no determinadas de los géneros Carcharias y Odontaspis.
Estos animales convivían con otros hoy extintos, como el pez dientes de sable y los gigantescos reptiles marinos plesiosaurios y mosasaurios, cuyos restos fósiles también se encontraron en Trapalcó.
CRIATURAS DIVERSAS
Los tiburones son un grupo sorprendentemente diverso de criaturas y definirlos no es tan fácil como parece. A pesar de que todos son peces, ellos difieren enormemente en la forma de su cuerpo, tamaño, hábitat, comportamiento y dieta. Muchos de ellos no lucen la clásica imagen de un tiburón: algunos son casi planos habitantes del fondo, mientras que otros son criaturas de aspecto extraño que viven en las enormes profundidades.
Sin embargo poseen algunas características que son comunes a todos los tiburones. A diferencia de otros peces, tienen un esqueleto hecho de cartílago en vez de hueso; el esqueleto está reforzado en algunos lugares por unas placas especiales llamadas tesserae, que están formadas por sales de calcio sólido, y todos tienen dientes que son producidos regularmente y que mudan en intervalos regulares. Algunos pueden producir miles de dientes al año, los viejos se van aflojando y son remplazados por una nueva fila de dientes detrás de ellos.
Una de las características más definidas de los tiburones son pequeñas escamas que lucen como dientes cubriendo su piel, llamadas dentículos dérmicos, los que le dan a la piel del tiburón la apariencia de un papel de lija.
Fuente: El Día