SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Cinco efectivos de la Policía de Río Negro fueron suspendidos por la muerte de un joven de 24 años que fue hallado sin vida en el calabozo de la comisaría de El Bolsón, a sólo una hora de haber sido detenido por protagonizar un accidente de tránsito cuando conducía en estado de ebriedad.
El jueves pasado, a las 22.50, un agente de guardia de la Unidad 12 de El Bolsón encontró a Guillermo Garrido colgado en el calabozo donde había sido alojado poco antes, con un cinto que presionaba su cuello. El joven no pudo ser reanimado por agentes sanitarios del hospital local, que decretaron su muerte por asfixia.
El hecho conmocionó a la localidad de El Bolsón, ubicada a 120 kilómetros de Bariloche, donde el Colectivo de Militantes por los Derechos Humanos se movilizó el sábado pasado junto con familiares de la víctima para reclamar por el esclarecimiento de la muerte del joven.
En esa marcha hubo forcejeos entre efectivos policiales y un familiar de la víctima. Se presentó una denuncia penal en la Unidad Fiscal de Atención Primaria de la tercera circunscripción judicial, donde el fiscal Guillermo Lista investiga el suceso.
La cuestión es que organizaciones de derechos humanos descreen de la versión oficial acerca de la muerte de Garrido y por esto convocaron a movilizarse por la ciudad para acompañar a la familia de la víctima, que alega que el joven no tendría motivos para quitarse la vida. Es más, sostienen que minutos antes de su muerte se le negó a la madre el ingreso para visitar a su hijo en la unidad policial, según informó el Colectivo de Militantes por los Derechos Humanos de El Bolsón.
El comisario Carlos Cabrera, jefe de la Unidad 12, precisó a La Nacion que «no existen dudas de que [Garrido] murió asfixiado por sus propios medios, y así lo determinó la autopsia que se le practicó al cuerpo en el servicio médico forense de Bariloche».
Paso a paso
De acuerdo con las fuentes policiales, Garrido fue trasladado a la unidad al protagonizar un accidente de tránsito en la zona céntrica de la localidad, cuando conducía en estado de ebriedad un vehículo Renault. Esta situación ocurrió cerca de las 21.30.
Según el comisario Cabrera, una vez en la comisaría se realizó la requisa y «se le retiraron veintiún elementos, pero el cinto no fue sustraído ya que dos agentes policiales lo llevaron caminando al detenido al hospital para que se certifique el grado de alcoholemia que tenía».
El joven fue nuevamente trasladado a la comisaría cuando se produjo el cambio de guardia, a las 22, y fue alojado en un calabozo sin que se retirara el cinto que llevaba puesto, según relató el jefe policial. Este funcionario también afirmó que «25 minutos más tarde, un cuartelero observó que su cuerpo estaba colgado en el interior del calabozo, con la hebilla del cinto presionando el cuello».
Además de la investigación judicial que llevan adelante el fiscal Lista y la jueza de turno Silvia Baquero Lazcano -esta magistrada dispuso el secreto de sumario-, se inició de manera paralela una investigación administrativa. Esta disposición fue ordenada por la jefatura de la Policía de Río Negro, que determinó la suspensión de cinco agentes.
Se trata de quienes integraron la guardia que detuvo al joven Garrido en la noche del jueves pasado y la que posteriormente lo alojó en el calabozo sin antes retirarle el cinturón.
CLAVES DEL CASO
El hallazgo. El jueves pasado, a las 22.50, un agente de guardia de la Unidad 12 de El Bolsón encontró a Guillermo Garrido colgado en el calabozo donde había sido alojado minutos antes, con un cinto que le presionaba el cuello.
Las sospechas. Organizaciones de derechos humanos descreen de la versión oficial acerca de la muerte de Garrido, y por esto convocaron a movilizarse por la ciudad para acompañar a la familia de la víctima, que alega que el joven no tendría motivos para quitarse la vida.
Desmentida. El comisario Carlos Cabrera, jefe de la Unidad 12, afirmó que no existen dudas de que Guillermo Garrido murió asfixiado por sus propios medios, y dijo que así lo determinó la autopsia.
Explicación oficial. Según la policía, a Garrido se le retiraron veintiún elementos, pero el cinto no fue sustraído «ya que dos agentes policiales lo llevaron caminando al detenido al hospital para que se certificara el grado de alcoholemia que tenía».
Otra investigación. Además de la causa judicial que lleva adelante la jueza de turno Silvia Baquero Lazcano, se inició de manera paralela una investigación administrativa. Esta disposición fue ordenada por la jefatura de la policía de Río Negro.
Suspensiones. Por esta razón, se dispuso la suspensión de cinco agentes de la policía de Río Negro, quienes detuvieron a Garrido y quienes lo alojaron más tarde en el calabozo de El Bolsón donde lo encontraron muerto.
Fuente: La Nación