SANTIAGO, Chile.- El presidente eliminó un subsidio y estalló la furia en Magallanes; Tierra del Fuego, incomunicada. Dos mujeres muertas, una niña de dos años herida de gravedad, cortes de energía, saqueos y 31 detenidos por desórdenes fueron el resultado de la compleja crisis social desatada en la región de Magallanes, en el extremo sur de Chile, donde la población se movilizó para protestar por la eliminación de un subsidio al gas por parte del gobierno del presidente Sebastián Piñera.
La medida invariablemente hace recordar el «gasolinazo» -la eliminación del subsidio a la gasolina- dictado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, a fines de diciembre, luego descartado tras furiosas protestas de la población.
Hasta anoche, el gobierno hacía firmes intentos de llegar a un acuerdo con la Asamblea Ciudadana, conformada por los gremios y líderes sociales locales, que mantienen cerrados el comercio y cortados los accesos hacia la capital regional, Punta Arenas, además del puerto de salida y el servicio de transbordadores hacia las ciudades de Tierra del Fuego; esa provincia argentina está aislada.
En la zona de Bahía Azul, Porvenir, ayer se registró un gigantesco embotellamiento de casi 10 kilómetros. Las protestas de 2000 argentinos que intentaban llegar a Chile forzaron la suspensión del corte de la ruta que conecta ambos países.
La región de Magallanes, con una población de más de 150.000 habitantes, gran parte de ella de ascendencia croata, mantiene desde hace décadas precios especiales para el gas, producto de los extremos fríos que debe soportar su población. Pese a que Piñera prometió durante la campaña mantener tales condiciones, esta semana el gobierno anunció un alza del 16,8% en las tarifas del gas, dependiente de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap). El transporte público -que utiliza gas- también se vería afectado.
Las primeras protestas llevaron a uno de los parlamentarios de la zona, el diputado Miodrag Marinovic, a proponer la interpelación del ministro de Energía, Ricardo Raineri, después de que éste dijo que a los magallánicos «se les había acabado la fiesta». La moción fue respaldada por la Cámara de Diputados y los rumores de un cambio de gabinete se han multiplicado.
Los ex mandatarios Eduardo Frei y Ricardo Lagos culparon a Piñera de incumplir sus promesas, lo que gatilló la respuesta furibunda del gobierno. «El alza del gas es responsabilidad de la Concertación», dijo la vocera, Ena von Baer, mientras en Twitter y Facebook se replicaba el audio de Piñera prometiendo en campaña que mantendría el subsidio para la región.
Problemas
Finalmente, y ante la confirmación del alza al gas por parte del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, la región inició su paralización indefinida anteayer a la tarde; los primeros problemas llegaron esa misma noche.
La interrupción de las principales calles de la ciudad por medio de barricadas causó la tragedia: un auto no se detuvo, atropelló los obstáculos, mató a dos mujeres y dejó en estado crítico a una menor de dos años. Ante el pánico generalizado de un posible desabastecimiento, dos supermercados fueron saqueados.
«El único culpable de esta situación es el presidente Piñera, que se niega a escuchar a las organizaciones sociales», dijo el vocero de la Asamblea Ciudadana, Dalivor Eterovic.
El gobierno envió ayer al subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, que se reunió con el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, sin que hubiera resultados positivos.
El insondable alcance de la crisis incluso llevó a Piñera a solicitar la intervención del ministro más popular de su gabinete, el titular de Minería, Laurence Golborne, famoso por el exitoso rescate de los 33 mineros en octubre del año pasado. Hinzpeter, en tanto, que viajaría hoy a Punta Arenas, se abrió ayer a incorporar el alza al gas en forma gradual, pero en ningún caso a dejarla sin efecto.
Fuente: lanacion.com