«Miré el papelito…»

Agustín Orion, héroe en la noche paraguaya, confesó cuál fue su secreto para lucirse en los penales. Aún así, a Aquino no lo tenía anotado: «Traté de hacer la lógica…», reveló el 1 Xeneize.

Desde que se supo que Capiatá iba a ser el rival de Boca en los octavos de final, ni el hincha más pesimista podría imaginarse que le costaría tanto al Xeneize vencer al conjunto paraguayo, de apenas seis años de vida. Tras el sorpresivo 0-1 en la Bombonera, los del Vasco Arruabarrena llegaron a Paraguay sin saber qué podía llegar a pasar, hasta el gol del empate en la serie (vía Calleri) apareció para empardar las cosas. Llegaron los penales y Agustín Orion fue el héroe de la noche. «Fue muy difícil. Perjudicaba el campo de juego al equipo que necesita y está obligado. Pero pudimos lograr el gol, se pasó, pero tenemos que mejorar», contó el Uno, antes de referirse a su consagración en Luque.

Es que, al parecer, también hubo machete en Boca para Orion en los penales. Así lo confió el arquero en diálogo con la prensa: «Teníamos a los que pateaban. Miré el papelito pero no lo tenía al último. Traté de hacer la lógica. Si erraba perdía entonces creía que iba a patear cruzado. Me dijo Gayoso (el entrenador de arqueros) que para él la cruzaba», explicó la cocina de la definición. Además, antes de taparle el remate a Aquino que le dio la clasificación a los de Arruabarrena, Orion había metido el suyo. «Iba a patear el quinto, pero quedó el Negro Chávez y me dijo que él lo pateaba, y cambiamos. Me gusta patear».

Después de conseguir el boleto a los cuartos de final, Orion se mostró conforme con la entrega de sus compañeros a pesar de lo que tardaron en llegar a la igualdad: «Empujamos, siempre quisimos. La defensa hizo un gran partido siempre jugando mano a mano, se encontró el pase a los penales». De todas maneras, no quiso festejar tanto la victoria: «Es una clasificación a cuartos de final no más, atajé los penales pero no más que eso. Ahora el domingo (contra Defensa) hay que ganar y descontar. No voy más allá, no le doy tanta preponderancia».

Además, el arquero rememoró que ya tenía un pasado en ese estadio, en donde no lo pasó muy bien: «Me rompí los cruzados en este arco, jugando con Libertad, no tenía un buen recuerdo. Fue en 2008. Me acordé cuando terminó el partido y mi hermano me mandó un mensaje recordándomelo». Ya pasó la pesadilla, Agustín…
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