Las FARC toman distancia del triunfo de Santos

Dijeron que se impuso el anhelo de paz de la población y no la visión específica del presidente.
asta ayer al margen de la contienda electoral que culminó la semana pasada con la reelección de Juan Manuel Santos, la guerrilla de las FARC dijo que el resultado fue un triunfo del anhelo de paz de los colombianos, pero no de la visión particular del presidente sobre las negociaciones.

El proceso de transformación política en el que se encuentran en Colombia las organizaciones guerrilleras se volvió patente en la influencia que tuvieron las negociaciones por la paz en La Habana entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla en las recientes elecciones, que se definieron por ballottage el pasado 15 de junio y que dieron al mandatario un segundo gobierno con 50,9% de los votos.

El presidente colombiano enarboló como bandera electoral la continuación de las negociaciones con los rebeldes de las FARC, que se llevan a cabo en Cuba desde noviembre de 2012, y el inicio de conversaciones exploratorias con el segundo grupo guerrillero, el ELN.

Mientras que la estrategia del candidato del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), Óscar Iván Zuluaga, que obtuvo el 45% de los votos, fue proponer combatir militarmente a las organizaciones delictivas.

En una entrevista con el diario El Espectador, Jorge Torres, alias «Pablo Catatumbo», miembro del secretariado de las FARC y del equipo negociador en La Habana, dijo ayer que la reelección de Santos compromete a todas las partes involucradas en el diálogo.

«Pero no en la manera como lo pretende mostrar el establecimiento, que es algo así como que las mayorías nacionales ya ordenaron a las guerrillas su autoeliminación. No, no es esto. El mandato de la nación es para lograr una paz con justicia social que sea cualitativamente distinta de todo lo que representa el actual régimen político», dijo.

«[El pasado 15 de junio] primó entre los votantes el deseo de una paz con cambios y con justicia social, por encima de la opinión que les merecían [a los votantes] los candidatos Santos y Zuluaga», agregó.

«Lo que ganó es el anhelo de la gente por lograr la paz, no la visión particular que sobre la paz pueda tener Juan Manuel Santos», puntualizó el líder rebelde, que reconoció que el resultado en las urnas «no sólo implica un compromiso para las FARC, sino para todas las partes involucradas en el diálogo».

DIFERENCIAS

Pero el líder rebelde fue más allá de marcar las diferencias conceptuales que existen entre él y Santos sobre el significado de la paz.

Además, Catatumbo pidió al reelegido presidente que se «deslinde de todo lo que representa Uribe y opte por la justicia social y el cambio», y lo llamó a «abrir los ojos a un espectro político diverso», en referencia a los sectores políticos de izquierda que lo respaldaron en las pasadas elecciones, pero que ya declararon que, en adelante, volverán a la orilla opositora salvo en asuntos de paz.

Las FARC, la principal guerrilla del país, con 8000 combatientes, iniciaron en noviembre de 2012 una serie de diálogos con el gobierno para desmovilizarse.

En las negociaciones que tienen lugar en La Habana, el gobierno y las FARC alcanzaron acuerdos preliminares en asuntos agrarios, de participación política y lucha contra el narcotráfico. En los próximos días retomarán las negociaciones para discutir la reparación de las víctimas del conflicto, algo que Catatumbo catalogó como «el primer paso para la reconciliación».

Mientras tanto, en lo concerniente al futuro proceso con el ELN, con unos 2500 combatientes, aún se desconoce dónde tendrá lugar y cuál será la agenda de negociación.

El desafío de los próximos cuatro años de gobierno de Santos, que comenzarán el 7 de agosto, será llevar a buen puerto la firma de los acuerdos con las guerrillas. Para ello, contará en el Congreso con el apoyo de los partidos de La U, Liberal y Cambio Radical, y tendrá que lidiar con la oposición del movimiento Centro Democrático, liderado desde la Cámara alta por el ahora electo legislador Álvaro Uribe. No está claro de qué lado se alineará el tradicional Partido Conservador, antes miembro de la coalición oficialista.

Agencias AFP y AP