Ese día, Héctor H. M., durante el horario bancario, había depositado un cheque en el Banco Francés, donde tiene sus cuentas. Un poco más tarde, por medio del home banking, quiso chequear la acreditación de los 15.000 pesos. En ese momento, se abrió una ventana que, por cuestiones de seguridad, le solicitaba datos de su tarjeta coordenadas y la clave de usuario. Confiado de que no había nada irregular, el cliente entregó toda la información que le pedían.
Héctor H. M. no lo sabía, pero había caído en una trampa. Recién se dio cuenta de que lo habían engañado a la mañana siguiente, cuando ingresó una vez más en su cuenta bancaria a través del home banking y advirtió que los 15.000 pesos del cheque depositado habían sido transferidos a una cuenta del Banco Galicia a nombre de Nicolás Millaqueo.
El dinero que fue transferido a la cuenta de Millaqueo, que ahora podría ir a juicio acusado del delito de defraudación -que prevé penas de hasta seis años de prisión-, por intermedio de la manipulación de un sistema informático, fue retirado el mismo día de la transferencia electrónica. Así se sostiene en el requerimiento de elevación a juicio del fiscal de instrucción porteño Horacio Azzolin.
«El extracto de la caja de ahorro de Millaqueo devela que su saldo inmediato anterior al ingreso de los controversiales ascendía a la suma de 28,71 pesos, por lo que cabe descartar la posibilidad de que no hubiera podido advertir los $ 15.000», explicó el representante del Ministerio Público en su dictamen.
En su declaración indagatoria, el acusado se negó a declarar. Según la investigación, la operación electrónica se hizo desde un locutorio de Rojas al 100, en Caballito.
El Banco Francés le devolvió el dinero a Héctor H. M. porque había «detectado una intromisión ilegítima en su página y en la de otros clientes», según se desprende del expediente judicial.
PREVENCIÓN
El fiscal Azzolin, a cargo de la investigación de este hecho delictivo, explicó a la nacion la importancia de que los clientes que utilizan el sistema de home banking de las entidades bancarias tomen ciertas medidas de prevención para no ser engañados.
«Lo importante es usar siempre una computadora segura, que no sea de uso público. Es valioso cambiar con cierta frecuencia las claves de seguridad y sobre todo no entregar las datos de las tarjetas coordenadas y de la información de las contraseñas», sostuvo Azzolin..
Fuente: LA Nación