Hugo Moyano enfrenta por estas horas la más difícil de las rebeliones internas desatadas en su gremio. Tras más de 20 años de permanencia en el sillón de mandamás de la Federación Nacional de Camioneros, el líder de la CGT opositora fue jaqueado por un grupo de choferes que desconocen su poder y organizaron una revuelta en su contra.
En ente marco, este miércoles Moyano viaja a Rosario para intervenir en nombre de la Federación el Sindicato de Choferes de Santa Fe. Sin embargo, fuentes gremiales informaron a ámbito.com que más de 400 afiliados lo esperan atrincherados en la sede central ubicada en la calle Pasco 1043 y que no lo recibirán.
Moyano tiene planeado arribar a la ciudad para escoltar al designado interventor, Pedro Mariani, quien tiene el mandato de la Federación para hacerse cargo de la entidad gremial. Mariani, un afil de extrema confianza que ocupa el cargo de secretario gremial en la Federación, ya anunció que su primer medida será llamar a elecciones en un plazo no mayor a los 90 días. «Hemos hablado con la mayoría de los afiliados del gremio para explicarles la situación», dijo Mariani horas atrás a la emisora local LT-3. Pero las intenciones de Moyano encontrarán una dura resistencia.
Es que el abogado rosarino Gabriel Navas, que patrocina al sector liderado por el ex secretario gremial del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, Rubén López, quien desplazó de la conducción al secretario general Marcelo Dainotto, ya anunció que no aceptarán la intervención orquestada desde Buenos Aires. «Si alguien viene con la orden de intervención no se va a aceptar, porque el Sindicato de Camioneros de Rosario renunció a la Federación, por lo que es impertinente que ésta quiera actuar», sostuvo el letrado.
Fuentes gremiales revelaron además que el sector que lidera Rubén López efectivamente presentó ante el Ministerio de Trabajo de la Nación su desafiliación a la Federación Nacional.
La intervención se adoptó luego de que el sábado 12 de abril pasado se produjera un enfrentamiento entre facciones internas del gremio local antes de una asamblea ordinaria, que se iba a realizar en el camping que la entidad posee en Pérez. Como consecuencia de ese tiroteo, murió un joven camionero identificado como Nicolás Savani, de 27 años, y resultaron heridos otros cuatro afiliados que responden al sector de Dainotto, recordaron fuentes del caso. Luego de la balacera, el sector de López realizó la asamblea y suspendió en sus funciones a Dainotto y al tesorero del sindicato, a la vez que tomó posesión física del gremio rosarino. Sin embargo, el abogado Navas adelantó que la actual conducción sindical desoirá la intervención de Moyano.
Antes que estalle la interna, Camioneros de Santa Fe era conducido por una mesa de 21 integrantes: 10 respondían a Dainotto, otros 10 a su contrincante López, y el restante se promocionaba como neutral. Según trascendió, en Buenos Aires se analizaron dos opciones para combatir la rebelión de López. El sector más reaccionario del sindicato a nivel nacional propuso enviar a 5.000 hombres a Rosario para desalojar por la fuerza a López. Pero la intención de Moyano es evitar más «lío» y la descartó. La segunda opción era la vía legal. El sector más moderado planteó recurrir a la Justicia y esperar un fallo que habilite el traslado de la sede central a otro edificio y que López se quede con el de la calle Pasco. El objetivo no sería otro que aislarlos y debilitarlos.
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