Estaba atado y amordazado con una corbata. Creen que se infartó mientras le robaban.
La empleada doméstica llegó alrededor de las diez de la mañana y lo primero que le llamó la atención fue que algunas luces estuviesen prendidas. También la sorprendió que el portón enrejado estuviera sin cerrar y se inquietó. Corrió a buscar ayuda a una casa vecina, llamaron al 911 y, cuando la Policía entró en el chalé, se encontró con el dueño muerto, tirado en el piso y amordazado con una corbata. La sospecha de los investigadores es que la víctima, de 71 años, había muerto de un infarto en medio de un intento de robo. Anoche trabajaban sobre la hipótesis de que alguien fue al lugar atraído por una venta hecha por el hombre en los últimos días.
Fernando Boncagni era un ingeniero jubilado. Viudo, tenía dos hijas, una de las cuales vive en Estados Unidos. Apareció muerto en la mañana de ayer en una casa de dos plantas que ocupaba solo desde hacía años, en Conesa al 4300, en Saavedra.
Según dijeron fuentes del caso a Clarín, la víctima no fue golpeada y los ingresos al chalé tampoco estaban forzados ni violentados. Lo hallaron en la planta baja y las tres habitaciones de la planta alta estaban revueltas, como si hubieran buscado algo en particular.
Un vocero contó que Boncagni había vendido recientemente un galpón perteneciente a un hermano suyo que vive en Colombia. Sin embargo, el dinero que obtuvo nunca pasó por su casa.
La hija que vive en Buenos Aires detalló que la plata de esa venta está depositada en una cuenta compartida con ella.
“El hombre era muy metódico, tenía todo anotado. Antes de hacer cualquier movimiento de dinero lo hablaba con la hija, a quien por las dudas se le pidió que hiciese una solicitud de informes al banco para verificar que no haya habido movimientos recientes de dinero y ella no lo supiese”, detallaron voceros del caso a Clarín.
La última vez que la mujer habló con su padre fue en el transcurso del domingo. La Policía cree que, cuando lo encontraron, Boncagni ya llevaba 10 horas muerto. La Unidad de Investigación Forense de la Federal trabajó toda la mañana de ayer en el lugar en busca de rastros. Secuestraron sus celulares y su computadora, para precisar cuáles fueron sus últimos contactos.
Según dijeron ayer los vecinos, el hombre ya había tenido otros intentos de robo en su casa. “Era linda persona, especial. No se puede creer lo que pasó. Varias veces le habían querido robar”, recordó un comerciante. Otro dijo: “No nos llama la atención, el barrio está jodido.
Estos entraron, lo ataron y revolvieron todo. Había cajones abiertos y otros volcados sobre la cama y el piso. Tenía las muñecas atadas, se ve que estaba sentado y se terminó cayendo”.
Boncagni tenía una corbata en la boca y con otra le ataron sus manos. Los investigadores creen que la intención no fue matarlo. A simple vista, no tenía golpes u otras lesiones, aunque anoche la fiscal Cristina Caamaño esperaba los resultados de la autopsia.
La sospecha es que la víctima conocía o dejó entrar a el o los asaltantes, que para salir se llevaron un juego de llaves que no apareció. Un detalle que llamó la atención fue que en un estante apareció algo de dinero. “Había plata a la vista y no se la llevaron, la dejaron ahí. Fueron a buscar algo”, dijo una fuente a Clarín. ¿Qué es lo que querían encontrar? Aún es un misterio.
Fuente: Clarín