Es para favorecer a los consumidores y evitar que los locales tengan precios más caros si se abona con crédito o débito.
Los altos índices de inflación y la incertidumbre económica atentaron contra las cuotas sin interés y los planes de financiación. Cada vez más comercios eliminaron las promociones con tarjeta y cobran un extra, en muchos casos significativo, para las compras con crédito o débito. Por eso, el legislador porteño Helio Rebot (PRO) presentó un proyecto para que los locales se abstengan de realizar diferencias de precios entre las compras en efectivo y las que se realicen con tarjetas, salvo cuando el valor al pagar con el plástico sea más económico (por ejemplo en una promoción puntual).
En el artículo 1° del proyecto de ley, ingresado hace 15 días a la Legislatura, se establece “la obligación de todo proveedor de bienes y servicios de la Ciudad de Buenos Aires en relaciones de consumo a no efectuar diferencias de precio entre operaciones al contado y con tarjeta de crédito o débito, excepto cuando tal diferenciación sea favorable al consumidor o usuario”.
“El presente proyecto de ley está orientado a efectivizar el cumplimiento de lo normado en la Ley de Tarjetas de Crédito, en su artículo 37° inciso c), en beneficio de los consumidores”, sostiene el legislador en los fundamentos.
En el mencionado artículo, se deja en claro que el comerciante está obligado a “no efectuar diferencias de precio entre operaciones al contado y con tarjeta”. Sin embargo, esto podría interpretarse como que “no serían válidas las promociones o descuentos sobre el precio de lista que, en beneficio de los consumidores, exhiben a diario muchos proveedores en las vidrieras de sus comercios”, explicó Rebot.
De este modo, a través de la iniciativa mencionada, podrá efectuarse diferenciación de precios para favorecer al comprador pero “no podrían incorporarse recargos al precio de lista por pagar en tarjetas de crédito o débito”.
“De aprobarse la norma propuesta, se estaría plasmando en un texto legal una práctica comercial válida que sería ampliamente beneficiosa para los consumidores”, concluyó el legislador.
Si bien en las últimas semanas las grandes cadenas de electrodomésticos relanzaron promociones sin interés para comprar LCD y otros productos, los planes de financiación estuvieron suspendidos o fueron modificados tras la devaluación que había realizado el Gobierno en enero. A este panorama se suma la creciente inflación. Según cifras del Indec, el nuevo índice fue sólo de 3,4% en febrero, bastante lejos de las mediciones privadas que habían calculado una inflación superior a 4%.
Fuente: La Razón