Mientras ayer se extendían las tomas ilegales no sólo de terrenos sino hasta de veredas del club Argentinos Juniors, en el Bajo Flores, continuó el cruce de acusaciones entre la Casa Rosada y el gobierno porteño con relación al desalojo de los predios ocupados, sin que se concretara avance alguno.
La usurpación por 531 familias de un predio aledaño a la villa 31 de Retiro cumplirá hoy una semana sin solución, luego de que representantes de ambos gobiernos no lograran acordar un modo conjunto de actuación.
Según pudo saber La Nacion, el viernes pasado el juez Ariel Lijo -que entiende en la ocupación de ese terreno perteneciente a la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF)- redactó un oficio en el que instó a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, a tomar las medidas que considerara necesarias para solucionar la situación.
Luego de que durante el fin de semana el predio de cinco hectáreas continuara ocupado, anteayer Lijo envió otro oficio, esta vez con copia a la Secretaría de Transporte de la Nación -de la que depende la ADIF- y al Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. Exhortó a las autoridades a alcanzar un plan de manejo del caso y liberar el terreno. Además, estipuló la limpieza del predio, cercarlo y que fuera vigilado.
Ayer, el legislador Patricio Distéfano (Pro) denunció a La Nacion que, luego de reuniones realizadas anteayer entre las partes, ayer volvieron a encontrarse -él incluido- el jefe de gabinete de Garré, su hermano Raúl; el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y delegados del Ministerio de Ambiente porteño.
El objetivo de ese encuentro, explicó, era proceder al desalojo pacífico del asentamiento. «Pero se canceló a último minuto por decisión de Cristina Kirchner, que llamó al secretario de Transporte. Fuimos testigos de un desmanejo vergonzoso del gobierno nacional», acusó el diputado.
Desde la Secretaría de Transporte negaron esa versión y hasta que Distéfano haya estado reunido con Schiavi. «El juez pidió a la secretaría un relevamiento del sector intrusado. Determinamos que resulta operativo tanto para la realización de actividades ferroviarias como para la circulación secundaria de los micros de larga distancia» de la terminal de ómnibus, explicaron voceros de Schiavi.
Según agregaron, iban a encarar en la víspera la liberación de ese sector. Para eso, «el Ministerio de Seguridad de la Nación resolvió brindar la apoyatura necesaria con un cuerpo especial» y el gobierno porteño «se comprometió a enviar personal del Programa Buenos Aires Presente (BAP) y del Ministerio de Ambiente» para efectuar «tareas de contención social e iniciar un operativo de saturación», señalaron.
Y contraatacaron: «El gobierno porteño no envió a ningún funcionario de rango para llevar adelante el operativo. El personal y equipo enviado por el Ministerio de Ambiente era insuficiente y carecía de idoneidad. Se advirtió la ausencia de personal del BAP. Debido a la falta de colaboración de las autoridades de la ciudad, no hubo otra alternativa que cancelar el operativo acordado».
Voceros del Ministerio de Desarrollo Social desmintieron a la Secretaría de Transporte. «Estuvo el BAP, pero cuando se iba a concretar el desalojo decidieron no hacerlo sin dar explicaciones», expresaron.
El ministro de Ambiente, Diego Santilli, fue contundente. «Mis equipos sólo van a higienizar una vez efectuado el desalojo. El predio intrusado es territorio federal, al igual que las fuerzas de seguridad; la responsabilidad es del Estado nacional, que el señor Schiavi se haga cargo. Había gente parapetada y suspendieron el desalojo porque iba a haber agresiones», respondió el funcionario a La Nacion.
Mientras los funcionarios se peleaban por el destino del asentamiento de Retiro, en el Bajo Flores crecía una ocupación en la vereda de los campos de deportes que tiene el club Argentinos Juniors en ese barrio.
«Tenemos el predio rodeado», expresó Luis Segura, presidente del club, que posee varias canchas de entrenamiento para sus divisiones inferiores, situadas entre las calles Lafuente, Riestra, Portela y Castañares. En las veredas linderas con ese campo se instalaron varias decenas de precarias casillas.
Una recorrida de La Nacion por el lugar permitió observar que las casillas fueron recientemente armadas con maderas y chapas. Dentro de esas construcciones no se veía ayer ningún elemento que permitiera deducir que allí vivieran personas. No había ropa, cacerolas ni restos de comida en esos lugares, pero quienes están de manera frecuente en esa zona afirmaron que mucha gente pasa la noche en el sector tomado.
También se comentó en el lugar que esas personas son llevadas en vehículos y que por la noche la peligrosidad aumenta. Los ocupantes tomaron las veredas de las calles Riestra y Portela, con el paredón de Argentinos Juniors usado como medianera. También afecta al campo de deportes del Colegio Marianista. En pocas cuadras se encuentran, además, los predios del Club Italiano, la Asociación Cristiana de Jóvenes, el centro de recreación de suboficiales de la Policía Federal y el Club DAOM, donde la semana pasada intrusos intentaron lotear una cancha de rugby.
EL ROSEDAL, ANTE UNA POSIBLE OCUPACION
«En la noche del 24 de diciembre van a tomar El Rosedal, es más que un rumor. Todo este tiempo se tiraron la pelota entre la ciudad y la Nación y ahora no se puede parar, y el costo político de ese juego no lo vamos a pagar nosotros. Esto no es nada. Ustedes no saben lo que se viene. Además, la mitad de la gente que tomó tierras es porque la necesita, pero la otra mitad sólo quiere hacer negocios», dijo ayer al programa Hola Chiche, de Radio Mitre, Juan «Jala Jala» Romero, director de la Radio El Millenium, de la villa 31, sobre los rumores que hay en ese asentamiento de Retiro.
Fuente: La Nación