Bienes Personales: tres versiones diferentes en una semana

No es la primera vez que los funcionarios kirchneristas se contradicen mutuamente, frente a las cámaras y con pocas horas de diferencia. Esta vez se trata del Ministro de Economía, Axel Kicillof, quien manifestó que la presidenta desestimó realizar modificaciones en el gravamen sobre los bienes personales. No mucho antes el jefe de Gabinete de ministros, Jorge Capitanich, había informado la intención de tratar este tema en sesiones extraordinarias, versión que fue confirmada por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.

Nuevamente desmentidas en público entre correligionarios K: en efecto, horas después de que Capitanich y Echegaray confirmaran las intenciones oficiales de modificar el impuesto a los Bienes Personales, el titular de la cartera de Economía los refutó categóricamente: «hablé con la Presidenta y no hay ninguna medida de bienes personales en curso» afirmó en diálogo con radio Del Plata.

Kicillof además, agregó que «la Presidenta descartó definitivamente un aumento de bienes personales». Y aclaró que «Lo único que tenemos en agenda es un plan anti-evasión, son cuestiones de encontrar agujeros tanto en la normativa como en la técnica tributaria».

Sin embargo, pasado 03/01 Echegaray había manifestado lo contrario y en una conferencia de prensa anticipó que el kirchnerismo planeaba enviar al Congreso un proyecto de ley que modifique la base imponible de bienes personales y los inmuebles ya no se medirían por la valuación fiscal sino que se ajustarían en función del valor de mercado.
Por su parte, ayer (06/01) Capitanich desmintió a Echegaray aunque no descartó completamente las intenciones de modificar el impuesto, «No está determinado el tema de los bienes personales. El proyecto no fue elevado, va a ser elevado, para tratarse en sesiones extraordinarias», dijo el jefe de ministros en declaraciones en Casa de Gobierno.

Finalmente, el ministro de Economía los desautorizó a ambos luego de su reunión en Olivos con Cristina Kirchner. Capitanich, por su parte, se apresuró posicionarse bajo el ala de la mandataria y afirmó que «Lo que dijo Kicillof es la palabra de la Presidenta». En cuanto a las versiones cruzadas, dijo que «hubo interpretaciones capciosas de algunos medios»… y aquí no pasó nada.

No obstante, las desmentidas mutuas entre funcionarios oficialismo se están convirtiendo un un clásico, la perlita anterior también fue protagonizada por Capitanich, quien había pedido a las compañías prestadoras de electricidad que realicen cortes programados. Horas después el ministro de Planificación, Julio de Vido, negó que se incurra en tal práctica… no sea cosa que alguien confunda a Cristina con Raúl Alfonsín.

Es decir que en un mes es la segunda vez que se pasa por el mismo papelón, y dando a entender que en el seno del mismo kirchnerismo hay dudas al respecto del camino de «el modelo». También es preocupante que estas cosas ocurran en el marco de crisis importante, porque estamos en momento dónde los argentinos necesitan soluciones y lo único que están encontrando son comportamientos erráticos.

Es evidente que Cristina todavía no decidió que hacer con la clase media y alta «gorila» ¿Castigalos o ganarlos? esa es la cuestión. De momento pareciera que se inclina más por lo segundo, luego de la marcha atrás con el impuesto sobre los Bienes Personales, pero no sería extraño que en unas semanas el proyecto salga del fondo del cajón.