Hacía el identikit de su violador y se lo encontró en la comisaría

violadorLa joven había sido amenazada con un cuchillo y abusada cuando iba a su trabajo.

La joven entró a las oficinas de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Misiones, poco convencida, para realizar el identikit del hombre que tres días antes la había violado a punta de cuchillo.

Un repentino movimiento de policías llamó su atención y apenas levantó la vista, vio que los agentes trasladaban esposado a un hombre que tenía el torso desnudo. En un segundo sintió que el miedo volvía a su cuerpo, el mismo terror que la envolvió el sábado a la madrugada al sentir un hierro filoso apoyado sobre su garganta. Los tatuajes, la piel morena y el renegrido y ensortijado cabello no la hicieron dudar: era el violador que la había atacado en el acceso al puente San Roque González de Santa Cruz, que une Posadas con la ciudad paraguaya de Encarnación.

Presa de una crisis nerviosa, la chica rompió en llanto y debió recibir asistencia médica para superar el shock que le provocó estar nuevamente cara a cara con el abusador, dijeron voceros de la Policía.

Así, por casualidad, la Policía pudo esclarecer el brutal abuso sexual que había sufrido una empleada de la empresa que realiza las tareas de limpieza en las oficinas de la Dirección de Migraciones, en el viaducto internacional.

La chica, de 20 años, contó que fue atacada cerca de las 5 del sábado, cuando caminaba sola hacia el centro de frontera para comenzar con su trabajo.

Un hombre la interceptó en un sector sin iluminación y la amenazó con el arma para que no pidiera auxilio y lo acompañara. En una zona de malezas, próxima al obrador de una empresa constructora, el violador concretó allí el brutal ataque sexual.

Apenas se recuperó del shock, la joven volvió a vestirse y llegó a su trabajo, donde contó lo sucedido. Sus compañeros llamaron a la Comisaría de la Mujer y la convencieron de hacer la denuncia.

La víctima aportó varios detalles sobre el violador: tenía varios tatuajes, pero uno muy particular en el pecho: una especie de moneda. Además, dijo que era morocho, robusto y de cabellos negros y rulos.

Policías de la Dirección de Investigadores contaron que el lunes al mediodía, una patrulla había sorprendido en el barrio Nú Porá a Arturo Da Silva, quien tenía pedido de captura librado por el Juzgado de Instrucción 7. El hombre, de 25 años, había atacado en agosto pasado a su ex pareja porque se negó a retomar la relación.

Da Silva había estado preso durante tres años porque en 2010 hirió de diez puñaladas a una mujer que se habría resistido a ser violada.

Para evitar una condena mayor, accedió a admitir su responsabilidad y obtuvo un juicio abreviado.

En mayo pasado salió de la Unidad Penal de Loreto tras haber cumplido parte de la condena. Su buena conducta le permitió acceder a la libertad condicional. Sin embargo, el beneficio le iba a durar muy poco. Dos meses después de haber dejado el penal, atacó ferozmente con un machete a su ex.

Por ese caso, la Justicia había ordenado su captura, pero la Policía demoró dos meses en encontrarlo y apresarlo.

Ahora, además de responder por el delito de lesiones graves, enfrentará una causa por abuso sexual con acceso carnal.

Fuente: Clarín