El designado ministro del área dijo que aspira a incrementar de 58.000 a 100.000 el número de efectivos y que impulsará una mayor presencia policial en las calles; respaldo de todo el oficialismo
Por Pablo Morosi | LA NACION
LA PLATA.- Mientras diversas voces del oficialismo salieron ayer a respaldar la designación del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, como ministro de Seguridad bonaerense, el elegido empezó a delinear su futura política acompañada de un ostensible e inesperado endurecimiento discursivo en la lucha contra la inseguridad.
Con una policía «activa» y «movilizada», Granados persigue la saturación policial de la vía pública. Para conseguirlo, el jefe comunal estimó que la fuerza necesita hoy unos 42 mil efectivos más de los casi 58 mil que, según él, revistan en la institución. «Vamos a trabajar muchísimo para poner a la policía en la calle, pero de verdad», se comprometió.
«Acá lo que tenemos que hacer es que los que están fuera de la ley pasárselos a la Justicia y que haga lo que tiene que hacer y ponerlos donde los tiene que poner», advirtió Granados, que también adelantó la instalación de «miles y miles» de cámaras de seguridad en puntos críticos de la provincia.
La llegada de Granados a Seguridad parece marcar un cambio de política del oficialismo, que en las últimas elecciones primarias perdió contra Sergio Massa, quien precisamente tiene como eje de su discurso el combate contra el delito.
En una gacetilla de prensa difundida por el municipio de Ezeiza quedó expresada la impronta con la que llega el intendente al gabinete provincial: «Tenemos el coraje, la fuerza y convicción necesarias para combatir el delito. Que sepa la gente que queremos vivir en paz y que la delincuencia no nos va a torcer nuestro rumbo».
En declaraciones radiales, el futuro ministro afirmó que desde su función buscará «repetir en todos los municipios lo hecho en Ezeiza: aquí nacieron las cuadrículas, las cámaras, el monitoreo de los coches (policiales); cuando los coches caminan, los delincuentes se van; cuando están parados frente a la comisaría, la cosa no funciona», alertó. Ese plan de seguridad comunal, que fue iniciado en mayo de 2003 y que, según fuentes del gobierno bonaerense, ostenta los mejores índices del conurbano, lleva un nombre inequívoco: «Tolerancia cero a la delincuencia».
Granados es recordado por haber enfrentado a tiros a dos delincuentes que intentaron robar en su casaquinta en 1999, tras lo cual lamentó su «mala puntería» por no «haberles pegado» a los malhechores y reclamó «meter mano dura» contra los delincuentes (ver aparte). Me los quería comer crudos», rememoró ayer el intendente.
El jefe comunal intentó tomar cierta distancia de quienes lo ubican bajo la etiqueta de la «mano dura», al decir que las definiciones de «mano dura o mano blanda ya quedaron en el pasado. La inseguridad no es de ningún partido político ni hace ninguna elección de clase social: al que le toca, le toca», dijo, e insistió en que el combate contra el delito «excede a la política y todos debemos colaborar, y debe ser tomada como un tema de Estado».
El gobernador Daniel Scioli ponderó a Granados como un «hombre con experiencia y resultados de gestión». Explicó que el desdoblamiento de las áreas de Justicia y Seguridad anunciado anteayer, que permite la designación de Granados, responde a la necesidad de ir «readecuando la operatividad del gobierno provincial de acuerdo a los objetivos».
Pero además respaldó la línea que anunció Granados. «Enfrentamos delincuentes que están dispuestos a dispararle a una mujer embarazada o matar a un señor porque no se tira al piso, son delincuentes que están dispuestos a todo. Desde
el Estado provincial, nacional, municipios, y con el acompañamiento de la ciudadanía vamos a hacer todo lo que haya que hacer, en el marco del Estado de Derecho, y de la ley para seguir avanzando y que haya una provincia más segura y más justa», dijo.
El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el ministro de Seguridad y Justicia (que tras el desdoblamiento sólo se quedará con Justicia), Ricardo Casal, destacaron la confianza del gobierno en la futura gestión. También la Casa Rosada expresó su complacencia con los cambios en la provincia. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, consideró que «Granados ha mostrado compromiso, responsabilidad y coraje en su gestión como intendente y esos son los valores que se necesitan para estar a cargo de una cartera tan complicada como es Seguridad».
Berni también expuso otra de las aristas del viraje del discurso oficial sobre la seguridad y defendió la idea desempolvada por el candidato a diputado del Frente para la Victoria Martín Insaurralde (quien también apoyó la designación de Granados) sobre la baja en la edad de imputabilidad.
Afirmó que «en todos los delitos hay menores, que además son reincidentes, pero también vemos la facilidad con la que son entregados nuevamente a sus padres».
También la diputada oficialista Diana Conti se expresó a favor de debatir un régimen especial para menores.
comentarios polémicos, 14 años después
El designado ministro de Seguridad bonaerense se tiroteó con ladrones que quisieron entrar en su casa en 1999. Sus declaraciones posteriores aún hoy son recordadas.
- «Ojalá le hubiera pegado. Lamentablemente tuve mala puntería»
- «Estamos en guerra con ellos y la guerra hay que librarla. Es a matar o morir»
- «Tengo un 38 especial… como debe tener cualquier persona…»
- «La inseguridad excede a la política y todos debemos colaborar»
Un cambio por medio de frases
- «Haremos todo lo que hay que hacer, en el marco del Estado de Derecho, por una provincia más segura» – Daniel Scioli gobernador bonaerense
- «El Código Penal Juvenil debe ponerse a debate, es una deuda pendiente» – Diana Conti Diputada kirchnerista
- «Son 58 mil hombres insuficientes, porque por el tamaño de la provincia y los habitantes deberían ser 100 mil los policías» – Alejandro Granados Designado ministro de seguridad
Del editor: qué significa. Es ingenuo pensar que con un nuevo ministro se resuelve la inseguridad. Pero el oficialismo apunta a solucionar otro problema: los votos fugados