El ministro de Economía, Amado Boudou, participa en las negociaciones oficiales con las empresas petroleras para encontrar una salida al congelamiento de precios de las naftas y el gasoil que dispuso en agosto el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
«Los ajustes que se estudian no van a ser importantes; rondarán entre el dos y el tres por ciento, pero lo importante es salir del congelamiento», explicaron fuentes del sector al diario El Cronista Comercial.
En agosto pasado, tras acumularse aumentos de entre 30 y 40 por ciento en los últimos doce meses, Moreno lanzó la resolución 295, que se ampara en la Ley de Abastecimiento, creada en 1974, para retrotraer los valores de las naftas, el gasoil y cualquier otro tipo de combustible líquido a los precios del 31 de julio.
En la práctica, sólo Shell -que no participa de las negociaciones- debió bajar sus valores de venta, pero el resto de las petroleras quedó sin chances de aplicar ajustes.
Según fuentes que participan en las negociaciones, una de las alternativas que maneja Boudou y su equipo es justificar futuros aumentos en los combustibles a través de la mezcla de naftas y gasoil con biocombustibles, derivados en su mayoría de la soja y de la caña de azúcar.
Según las reglamentaciones que comenzaron a aplicarse este año, las petroleras deben mezclar las naftas y el gasoil con hasta un 7% de carburantes orgánicos, más caros.
La empresa YPF comunicó a la Secretaría de Energía, al mando de Daniel Cameron, que haría la mezcla a un cinco por ciento.
Además, Moreno efectúa contactos paralelos con petroleras, que estiman que el funcionario aceptará «flexibilizar» el congelamiento en las próximas semanas.
Entre los argumentos que utilizan las empresas para convencer al Gobierno figuran los compromisos con las productoras de crudo para pagarles más por esa materia prima.
Fuente: Nosis