Lo tuvo a Boudou como «modelo»: así le va al plan «ropa para todos» que hoy cumple su segundo mes de vida

BoudouLa marca de indumentaria impulsada por el Gobierno se presentó oficialmente el pasado 25 de mayo. Sesenta días más tarde, expertos analizan la evolución de la iniciativa y su funcionamiento. ¿Cuáles son las quejas de los consumidores?

Se eligió como «día de estreno» del plan una fecha patria y su lanzamiento fue anunciado con todas las pompas.
Hace exactamente dos meses se presentaba el proyecto «ropa para todos».
La iniciativa, se decía, tenía por objeto acercar a la población una canasta de indumentaria y calzado a bajos precios. Sin embargo, la efectividad, al día de hoy, luce cuanto menos pobre.
Los propios actores del sector no saben bien si la premisa principal era la de ayudar a reducir la inflación o demostrar que «se puede» hacer ropa barata.
Es que en este rubro en particular, la propia gente se «autosegmenta»: el que quiere comprar un jean a precio reducido puede hacerlo, por ejemplo, yendo al barrio de Once y el que desea «pagar la marca», elegir una tienda top de un shopping.
Lo cierto es que la iniciativa debutó con el duro desafío de no correr con la misma suerte de sus antecesores, unos diez planes «para todos» que por su poca eficacia ya forman parte del anecdotario (ver nota: Este fue el resultado de los 10 «planes para todos y todas» que lanzó el Gobierno en década K).
Y el primer «modelo» que eligió la marca fue nada menos que el vicepresidente Amado Boudou, quien se presentó en el programa de televisión 6, 7, 8 luciendo una flamante remera Nyp («Nacional y popular»).
El set de indumentaria impulsado por el oficialismo consistió en una serie de productos, siendo el precio de cada una de las prendas inferior a los $100.
Algunos de los artículos que formaron parte de esta iniciativa son: jeans ($82,50), distintas variedades de camisas ($90), pantalones de gabardina ($92) y remeras ($39).
Ropa para todos… ¿pero para quiénes?
En esta búsqueda por tratar de entender cuál viene a ser el objetivo principal del Gobierno con esta propuesta, iProfesional consultó a directivos del sector textil.
En diálogo con este medio Marco Meloni, presidente de la fundación ProTejer, encargada de la coordinación de la producción de esta nueva línea de ropa, afirmaba en los albores del plan: «Se busca elevar el nivel de actividad y reemplazar los productos importados».
Sin embargo, a dos meses de presentada la línea, el panorama resulta un tanto distinto del esperado inicialmente.
Ni la nueva ropa movió el amperímetro en el sector textil ni tampoco la llegada del set de artículos ha contado con la suficiente demanda.
Más aun. Los particulares, en general, no registran la propuesta y la escasa variedad de prendas se encuentra en muy pocos puntos de venta.
Según un estudio realizado por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom), «el 86% de la población desconoce el plan ‘Ropa para Todos'».
El 14% restante «sabe que existe pero no tiene idea dónde se vende la ropa».
Además, explica Miguel Calvete, titular de la entidad que realizó el informe, la oferta disponible de esta línea de indumentaria se limita a «media góndola ocupada con alguna que otra ropa colgada».
El directivo de Indecom es contundente en sus afirmaciones. Tilda al proyecto del oficialismo de «un fracaso absoluto», en cuanto a su objetivo de bajar precios de indumentaria.
La escasez en la oferta
Cuando se anunció la salida al mercado, se informó claramente que la línea Nyp iba a estar disponible en las principales cadenas de supermercados del país.
Dos meses más tarde, se observa que en la mayoría de los súper o grandes tiendas, esta línea de indumentaria acusa parte de ausente.
Se logra ubica en algunos pocos hipermercados y además cuenta con un espacio reducido de exhibición.
En las cadenas, los particulares que se acercan a los centros de informes observan que reina la desinformación.
«No sé en cuál sucursal se pueden conseguir», es la respuesta que obtuvo iProfesional al contactarse con el centro de atención teléfonica de Carrefour. La contestación fue la misma desde el punto de venta de Salguero y Cerviño.
El panorama en Coto es un poco más alentador, aunque la oferta de productos dista de ser generosa.
Muy pocos locales ofrecen «ropa para todos». Desde la empresa explican que puede conseguirse, por ejemplo, en la sucursal de Abasto.
En el caso de Jumbo, al contactarse con la cadena no es posible obtener información sobre cuáles son las bocas de expendio en las que se puede encontrar la indumentaria «nacional y popular».
Por supuesto que en aquellos supermercados de menor tamaño se hace imposible ubicarlas. «Los negocios chicos no tienen nada en góndolas», señala Fernando Aguirre desde la Cámara Argentina de Supermercado (CAS).
Críticas de los consumidores
A dos meses de su debut, la ropa Nyp acumula quejas que se canalizan a través de los organismos de defensa al consumidor.
Provienen de personas que aseguran haberse encontrado con un panorama distinto del que se prometía.
De acuerdo con Claudia Collado, titular de la entidad Acción del Consumidor (ADELCO), además de la escasez de estos productos, los principales reclamos que llegan al organismo son los siguientes:
– La falta de talles. «Desde que salió esta línea de productos, recibimos quejas», dice la titular del organismo de defensa al consumidor. Y agrega que «protestan, entre otras cuestiones, por la falta de talles».
– La calidad de los productos. Otro reclamo que llega a las entidades tiene que ver con «la mala calidad de las prendas», apunta Collado.
– La ausencia de productos de abrigo. A pesar de que la línea de ropa «nacional y popular» se lanzó unas semanas antes de la llegada del invierno, la oferta no incluye algunas opciones esenciales para la temporada.
«Las quejas también son porque la ropa no es muy abrigada, a pesar de que estemos en pleno invierno», apunta la titular de ADELCO.
Desinterés
Más allá de las falencias asociadas a la oferta de productos de Nyp los expertos coinciden en indicar que la demanda dista de ser atractiva.
En esta línea, Aguirre reconoce que el plan «no ha tenido un muy buen resultado y que sólo en la primera semana hubo algo de consultas y movimiento en ventas».
En igual sentido, Calvete remarca que «casi no hay compradores para este tipo de productos».
El motivo de esta falta de interés que cita el titular de Indecom es que «Argentina es uno de los países que presenta mayor fidelidad hacia las marcas, ya que aquí los consumidores suelen ser muy apegados a las firmas conocidas».
Sin impacto en los precios de otras marcas
Aunque en un inicio el lanzamiento de Nyp se proponía bajar los precios de algunos artículos de indumentaria, los expertos destacan que lejos está de cumplirse con este objetivo.
Para Calvete, por la falta de interés de los argentinos en adquirir las prendas impulsadas desde el Gobierno, «es muy difícil que la línea de ropa haga que disminuyan los valores de mercado».
En el mismo sentido, Fabián Castillo, desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), señala que la salida de esta línea de ropa «no afectó en absoluto ni al sector ni al rubro textil».
Otro de los motivos por el cual la línea «Nyp» no alcanzó la masividad que buscaba tiene que ver con la elección de los canales de venta.
Calvete explica que «la gente, en general, prefiere comprar ropa en lugares más tradicionales, en vez de hacerlo en los en supermercados».
Por ese motivo, menciona, la salida de la marca «nacional y popular» «no ha afectado para nada el precio del resto de la mercadería exhibida en shoppings o en otros lugares de venta».
El experto lo resume de esta manera: «Le erraron en el canal de comercialización que eligieron. Las personas, en general, optan por ir a buscar este tipo de artículos en otro lado».
A causa de este tipo de falencias y del desinterés de los argentinos, en su segundo mes de vida la ropa «nacional y popular» no viene siendo precisamente un éxito en materia de ventas.
Muy por el contrario, indica Calvete, hasta ahora «fue sólo un lanzamiento».

Fuente: iProfesional