Pese al cepo al dólar, crece el poder de negociación ante Moreno de los exportadores con balanzas comerciales favorables. Es una fuga mínima de divisas
El Gobierno mantiene las restricciones sobre el dólar, pero esa canilla cerrada comienza mostrar algunos goteos ante la desesperación de la administración de Cristina Kirchner de hacerse de divisas.
Así, es que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, habilita de a poco girar dividendos al extranjero. Lo hace solo con los exportadores que tienen una balanza comercial favorable (venden en el exterior más de lo que importan) y que colaboraron con algún pedido que les hizo el Gobierno.
Según el diario La Nación, diversas fuentes del sector financiero y del corporativo afirmaron que son más las compañías que están pudiendo este año girar utilidades al exterior, con respecto a lo que fue 2012.
«Hay de todos los rubros», dijo una fuente del sector financiero, que pidió no ser identificada. «Se pasó de una seudo-prohibición total el año pasado a una cierta flexibilización. Pero esto es sólo porque las empresas generadoras de dólares son cada vez menos, con lo cual tienen más poder de negociación. Es cierto que el Gobierno tiene más escasez de dólares, pero también hay una mayor concentración de quienes los pueden generar», explicó.
El balance cambiario al primer trimestre del año que publica el Banco Central (BCRA) da cuenta de esta pequeñísima ventana que se abrió para algunas compañías.
En el primer trimestre del año, se giraron utilidades por u$s153 millones, contra los apenas u$s45 millones que se habilitaron a transferir en igual período de 2012. En todo el año pasado, de hecho, las empresas habían podido enviar a sus accionistas en el exterior sólo u$s253 millones en concepto de utilidades.
En rigor, salvo en los casos de los bancos y de las empresas de hidrocarburos, no existe una ley que prohíba a las empresas girar utilidades. Todo lo contrario. Según coinciden los especialistas legales, la norma habilita expresamente a las compañías a transferir dividendos, una vez que tienen su balance cerrado y auditado, y cumplen con las presentaciones de rutina en el banco.
Claro que, en la práctica, son pocas las empresas -y sobre todo los bancos- que se animan a pasar por alto la directiva que Moreno trasladó al BCRA y que hace meses pesa como ley en el sector corporativo.
Pero también existe un grupo de compañías que, según confió otra fuente, se envalentonaron tras difundirse que Shell había logrado, escribano mediante, sacar u$s20 millones entre diciembre y marzo pasados, y solicitaron hacer lo mismo.
Y es que, en el primer año del cepo, muchas casas matrices aceptaron la explicación de sus filiales, pero ya con 18 meses de vigencia la presión de afuera para enviar dividendos va aumentando.
«No fue un proceso de un día para el otro», admitió el asesor legal de algunas de esas compañías al matutino. «Pero sí pudieron sacar. Son empresas netamente exportadoras que ingresaron una cantidad de dólares muy superior a la que luego pidieron girar como dividendos. Los giros fueron en todos los casos de menos de u$s500.000», detalló la fuente, que aclaró que aquellas compañías que no acreditan ingresos de divisas siguen teniendo sus operaciones «cajoneadas».
Según el BCRA, en el primer trimestre las empresas del sector petrolero pudieron girar un total de u$s18 millones, mientras que las de la industria química, de caucho y plástico sacaron u$s1 millón; las del sector textil y curtidos, u$s8 millones; las de metales comunes, u$s1 millón; las de alimentos y bebidas, u$s3 millones; las de maquinarias y equipos, u$s1 millón; las de agro, u$s1 millón; las de comercio, u$s4 millones; las del sector financiero, u$s2 millones, y las del rubro «otros», u$s112 millones.
«Hay algún caso de empresas que pudieron sacar gracias a que colaboraron con el Gobierno trayendo barcos de gas. Favor con favor se paga», deslizó una fuente.
Aunque mejor que la de 2012, los u$s153 millones que se giraron a comienzos de año es una cifra ínfima con respecto a lo que se autorizaba a salir en años en los que el cepo no estaba en vigor. Entonces, las transferencias superaban los u$s4000 millones al año.
Fuente: iProfesional