Se trata de un aumento del 40% en el Subsidio de Mitigación de Asimetrías, que fue instaurado el año pasado y que para el mes próximo habrá distribuido $2.000 millones. El compromiso fue asumido el mes pasado por la superintendente de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld
En plena campaña electoral, el Gobierno les prometió a los sindicatos la entrega de $800 millones adicionales para sus obras sociales.
Se trata de un aumento del 40% en el Subsidio de Mitigación de Asimetrías (SUMA), que fue instaurado el año pasado y que para el mes próximo habrá distribuido $2.000 millones.
El compromiso fue asumido el mes pasado por la superintendente de Servicios de Salud (SSS), Liliana Korenfeld, ante dirigentes de la cúpula de la CGT oficialista que lidera Antonio Caló.
La negociación se desarrolló en silencio y al calor de la campaña por las primarias de agosto, mientras el Gobierno evalúa el mejor momento para dar una respuesta ante el reclamo de todos los sectores sindicales por una modificación en el Impuesto a las Ganancias, informa el matutino Ámbito Financiero.
Por lo pronto, el núcleo más afín al Ejecutivo en la central obrera confirmó un acto para este jueves en apoyo a los candidatos a diputados nacionales por el Frente para la Victoria (FpV) en el gremio de los mecánicos (SMATA).
A fines de junio, el jefe del sindicato de Obras Sanitarias y directivo de AySA, José Luis Lingeri, mantuvo encuentros con Korenfeld para acordar un alivio para las finanzas de las obras sociales. Fuentes oficiales admitieron que hubo acuerdo para renovar por un año más el SUMA, que en agosto del año pasado fijó la distribución de $2.000 millones durante doce meses bajo una fórmula que tuvo como variable principal el número de beneficiarios de las entidades de salud de los gremios.
El subsidio es una de las principales fuentes de financiamiento de las obras sociales junto con los fondos reintegrados por los tratamientos médicos más complejos y los remedios más costosos a través de la SSS. Entre ambos rubros se distribuyen al año unos $3.500 millones.
Los montos, sin embargo, están lejos de los cerca de $ 0.000 millones del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que está integrado por porcentaje de los aportes de las organizaciones a la AFIP y que no deja de crecer todos los años. Ese fondo es eje de las demandas de todos los gremios, en particular los alineados con la CGT opositora de Hugo Moyano, que había prometido iniciar juicios para lograr su reparto.
Durante la negociación del año pasado, la CGT de Caló había planteado una rebaja impositiva del 15% que en la actualidad les retiene la AFIP a las 300 obras sociales nacionales para engrosar el FSR; los dirigentes habían sugerido pasar al 10 por ciento. En lugar de esa disminución, el Gobierno eligió entregar un monto equivalente (los $2.000 millones) pero bajo la modalidad de subsidio, lo que le permite mantener el control sobre su ejecución.
Fuente: iProfesional