Según algunos pronósticos privados, durante julio las subas de precios podrían superar los aumentos que se dieron en junio, trepando hasta un 3% mensual. Y si bien los expertos aclaran que ese registro no se instalará en forma permanente, destacan que será el nivel más alto de los últimos años.
Los sectores alcanzados por los aumentos de precios van desde comestibles (principalmente los derivados de la harina), pasando por los combustibles, las prepagas, el esparcimiento y las cuotas de los colegios privados.
“El punto de inflexión se dio en mayo”, explicó el economista Carlos Melconián ante una consulta de este diario. Fue el primer mes en que dejó de bajar la inflación como respuesta al congelamiento que dispuso el Gobierno.
En junio, los aumentos promediaron el 1,9% básicamente por el impacto de los alimentos. Pero los precios “siguieron una tendencia inercial”, según el economista vinculado al PRO.
A esto hay que sumarle los aumentos en salud por las subas en las prepagas; en Educación, por las cuotas de los colegios privados, y también el impacto del turismo, por las vacaciones de invierno. “Hubo subas en el rubro Esparcimiento en general, porque quienes no salieron de vacaciones, fueron más al teatro, al cine, etc. Y todo ese consumo sostiene los precios”, opinan los analistas.
Así, según Melconián, “llegamos a una inflación interanual del 25% (julio 2012-julio 2013). De no mediar ningún tipo de descarrilamiento -dice el economista- y con la ventaja de que el congelamiento logró bajar un poco la inflación hasta mayo, el año terminaría con una presión inflacionaria de entre 25 y 27% ”, estimó.
Según Andrés Méndez, economista de la consultora AMF, tal vez la inflación de julio resulte ligeramente superior a la de junio. “Habrá que ver hasta dónde impactan las esquirlas del descongelamiento de junio”, señaló el analista, según quien el ritmo inflacionario oscila entre el 23 y 24% anual.
Otro economista consultado por Clarín, que prefirió no identificarse, estimó que en julio los precios se mantendrán en una tendencia similar a la de junio. Con el agravante del impacto en las subas de los combustibles por los recientes aumentos determinados por todas las petroleras del mercado.
En tanto, en el último informe de coyuntura elaborado por el equipo de investigaciones del Banco Ciudad se planteó un escenario que coincide parcialmente con lo descrito: “En julio, prevemos un nuevo incremento de los precios minoristas en torno al 2%, que podría dar lugar a una nueva aceleración de las mediciones interanuales” “A la estacionalidad típica del mes derivada de las vacaciones de invierno (turismo), se sumarían subas en combustibles y frutas y verduras (tomate), además de una nueva escalada del precio pan, pese a los controles gubernamentales”, añadió.
“En suma, esta dinámica pone de manifiesto que la desaceleración de la inflación registrada a comienzos del año e ra de carácter meramente transitorio, confirmando que un cambio sostenible requiere de un reajuste integral de la política macroeconómica”, concluye el trabajo del Ciudad.
Fuente:iEco