Jorge Macri dijo que es casi imposible que acuerden con el diputado peronista; sigue vigente la idea de ir con Massa
Lejos de encaminarse hacia una solución, la relación entre macristas y denarvaístas parece dirigirse definitivamente al fracaso cuando se inicia la semana final para la conformación de las listas de candidatos para las elecciones legislativas. El encargado de dejar en evidencia esa situación ayer fue el titular de Pro bonaerense e intendente de Vicente López, Jorge Macri.
El primo del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, sostuvo ayer que «las confianzas están rotas» con el diputado Francisco de Narváez, líder de Unión Celeste y Blanco. «Vemos muy difícil a estas alturas, un acuerdo con De Narváez», afirmó y, en un intento de mostrar cohesión en la tropa macrista, sostuvo que «hay muy poco consenso» para un acuerdo entre los dirigentes macristas del interior bonaerense.
El mensaje de Jorge Macri, más parecido a un ultimátum que a un quiebre definitivo, también apuntó a la tropa que responde al intendente de Tigre, Sergio Massa. «Vamos a seguir haciendo esfuerzos para darles a los vecinos de la provincia una opción que gane y le ponga un freno al kirchnerismo», indicó.
El otro factor que apuntó en esa dirección fue que las expresiones de Jorge Macri se produjeron en medio de la reunión que mantuvo durante la tarde con su par de Vicente López, Gustavo Posse, pero a la que también asistió el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino.
Con críticas a De Narváez, Cariglino dio un portazo el miércoles, al filo de la presentación de alianzas, y se sumó al Frente Renovador, que presentó Massa ante la justicia electoral.
Su misión en la reunión de ayer, según indicaron desde su entorno, fue buscar alternativas para un acercamiento de sus ex aliados macristas con el tigrense, un objetivo que persigue el jefe de gobierno porteño, pero que Massa no estaría dispuesto a asumir, dada su intención de mantener un perfil a medio camino entre el oficialismo y la oposición. Pero su disposición hacia los intendentes macristas es otra.
«Nosotros hemos demostrado, como lo hacemos desde hace años, una enorme vocación de sumar voluntades, escuchando el pedido de la gente, pero evidentemente las confianzas están rotas», dijo ayer el intendente de Vicente López. «La realidad nos marca que hay muy poco consenso para un frente con Francisco», señaló y sostuvo que esa posición surgió luego de varios encuentros con dirigentes bonaerenses vecinalistas y de Pro .
Menos concluyente fue Posse. «Con De Narváez tratamos de reconstruir la relación. La vocación es poder reunirnos», le dijo ayer a LA NACION. «Pese a que no hayamos logrado unificar un frente el miércoles, no quiere decir que no busquemos unificar en las listas de candidatos», completó. La opción, en este caso, sería participar de las listas de De Narváez como extrapartidarios.
Posse también dejó abierta la puerta al massismo, aunque con una salvedad: «Hasta que Massa exponga su decisión [si va a ser candidato a diputado], por más que exista una simpatía por lo que él representa, no podemos fijar una posición como grupo».
Al calor de las urgencias, el manual de alianzas de Pro parece haberse resumido a dos condiciones: los acuerdos deben apuntar a ganar la elección y representar una alternativa al kirchnerismo.
Tanto en Bolívar 1 como en el macrismo bonaerense subyace una convicción: que el fracaso de la negociación con De Narváez se debió a la gravitación del sciolismo en las listas de Unión Celeste y Blanco. Sin embargo, entre los macristas de origen peronista también se ensaya una explicación complementaria: Macri nunca quiso llegar a un acuerdo con De Narváez.
La tropa del «Colorado» apela a tres números para explicar el fracaso de las negociaciones: 13, 5 y 3. Los primeros dos son la cantidad de diputados provinciales y nacionales que el macrismo les exigió en las listas. Tres son los distritos donde Pro no llegó a un acuerdo con el peronismo: Capital, Buenos Aires y Córdoba, los más importantes. «Nosotros hicimos alianzas en todo el país», explican los denarvaístas. Un argumento parecido esgrimen los macristas, que explican que llegaron a acuerdos con peronistas y radicales en casi todos los distritos.
Más allá de las acusaciones de un lado y el otro, lo cierto es que, tras el fallido cierre del miércoles, cuando debían inscribir el frente ante la justicia electoral, los contactos entre macristas y denarvaístas se redujeron a cero, según indicaron a LA NACION desde ambos sectores.
De fracasar esta semana un acercamiento a De Narváez o Massa, en Pro aseguran estar dispuestos a pelear solos en las primarias: una mala noticia para las aspiraciones presidenciales de Macri, pero también para la suerte de De Narváez..
Fuente: LA NACION