El premier de Grecia, Antonis Samaras, afrontó ayer una revuelta política de sus socios de coalición y el recrudecimiento del descontento público horas después de que su gobierno cerrara repentinamente…
El premier de Grecia, Antonis Samaras, afrontó ayer una revuelta política de sus socios de coalición y el recrudecimiento del descontento público horas después de que su gobierno cerrara repentinamente la cadena de radio y televisión estatal ERT. La cadena dejó de transmitir pocas horas después del anuncio, al que el gobierno calificó como una medida temporaria para impedir que se siga malgastando el dinero de los contribuyentes.
Pero los dos socios de centroizquierda de la coalición estaban furiosos, diciendo que no habían sido consultados y demandando que la cadena vuelva a transmitir.
Otro paro general. Sindicatos laborales llamaron a un paro nacional de 24 horas para hoy y los periodistas iniciaron una huelga indefinida, forzando un bloqueo informativo en cadenas de televisión y periódicos privados. Algunos periodistas de ERT tomaron el edificio de la radiodifusora y transmitieron por internet. Realizaron noticieros en repudio al cierre y repitieron imágenes de miles de personas reunidas afuera para protestar contra la medida.
El gobierno anunció que ERT volverá a emitir a fines de agosto, tras pasar por un programa de saneamiento. La prensa griega asegura que detrás de la decisión está probablemente la presión de la troika de acreedores de Grecia (la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI), ya que Atenas tenía que despedir hasta fines de junio a 2.000 funcionarios.
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