En un episodio que aún mantiene puntos oscuros, un muchacho fue asesinado de tres balazos en la puerta del edificio donde vivía, cerca del centro de La Plata. La víctima –Juan Roberto Farías (32)– tendría antecedentes por causas penales y los investigadores no descartan un posible ajuste de cuentas.
El hecho ocurrió ayer a las tres y media de la madrugada en el vestíbulo del complejo habitacional ubicado en la calle 44 entre 26 y 27. Según las primeras informaciones, dos personas con los rostros cubiertos y armados ingresaron al departamento de Farías para robar. Así lo declaró la pareja de la víctima.
Se habrían llevado unos 5.000 dólares. “Dame la plata grande”, le habrían advertido a la mujer, que descansaba con su hijo de 2 años en el departamento del 5° piso que compartía con Farías.
La chica –cuya identidad se mantiene en reserva– contó que los atacantes llegaron al departamento directamente con las llaves de su pareja. Por eso no se descarta que quienes cometieron el homicidio conocieran a la víctima.
“Lo tenemos abajo y se va con nosotros”, le dijeron a ella, según el relato de la mujer, una vez que cometieron el robo.
Pero apenas se fueron, se escucharon tres disparos. Uno impactó en el pecho, otro en la mano y el tercero en la cara del hombre que acababa de ser asaltado en su casa. El joven quedó herido y fue trasladado al hospital Rossi, donde murió pocas horas después.
La primera versión indicaba que le dispararon cuanto él quiso correr a los ladrones, pero esto quedó luego descartado.
Ayer, fuentes policiales deslizaban que Farías tenía antecedentes penales. “Está involucrado en algunos hechos de robos a viviendas y tendría vinculación con el vaciamiento de un cajero automático ocurrido hace un año en la zona de Tolosa”, dijo un oficial a Clarín .
Sin embargo, nadie pudo explicar por qué, si la víctima era conocida y había indicios sobre supuestas acciones ilícitas, no estaba procesada en ninguna causa actualmente.
“Estuvo preso, pero quedó libre”, explicó el funcionario consultado.
De hecho, Farías pasó seis meses detenido en 2005, pero quedó en libertad por una cuestión procesal.
En aquel momento lo imputaron por el asalto a una vivienda, y él declaró: “Me tuvieron detenido porque se confundieron con el identikit”.
También en la Justicia creen que los antecedentes del joven muerto podrían revelar los motivos del asesinato.
En las próximas horas, la investigación incorporará un elemento que puede resultar clave: la filmación de un banco que está ubicado frente al edificio. “Además, hay una cámara de seguridad en la zona que habría identificado a los asesinos”, adelantó un funcionario judicial.
Fuente: Clarín