El especialista en seguridad llegó a debate acusado por defraudación y malversación de caudales públicos o peculado, pero los primeros cargos se cayeron. Mañana, el fallo
El juicio que se le sigue al excomisario de la policía bonaerense Luis Vicat, acusado de “peculado” por la sustracción de una cámara oculta del área especial de investigaciones que tenía a su cargo, termina mañana en los tribunales platenses con la lectura del veredicto.
Está previsto que la audiencia comience al mediodía ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de La Plata, integrado por los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Florencia Gutiérrez.
Recordemos que Vicat llegó al debate imputado de “defraudación y malversación de caudales públicos o peculado”, pero tras varias audiencias la fiscal María Victoria Huergo decidió desistir de acusarlo por el caso de defraudación, quedando sólo sujeto al otro cargo: haber usufructuado su condición de jefe del área especial AMIA, con equipamiento y personal a su cargo, para llevar adelante presuntas conductas delictivas.
En su alegato de la semana pasado Huergo solicitó que Vicat sea condenado a tres años y medio de prisión por «peculado».
Vicat, quien es abogado y Licenciado en Seguridad, fue jefe de la Unidad de Investigaciones Complejas de la policía bonaerense creada en 1996 para intervenir en casos como el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, el atentado contra la AMIA y el homicidio del estudiante de periodismo, Miguel Bru.
Por su parte, el defensor Pablo Hawlena Gianotti pidió la absolución de su asistido. Tomó como incriminatorios dichos de testigos que no solamente habían sido desistidos por la propia fiscalía, sino que además ante el pedido de la defensa de su incorporación por lectura también se había opuesto logrando que el tribunal le diera la razón.
En el juicio, se discutió si la cámara oculta, que se encontraba dentro de un maletín, pertenecía o no al Estado, ya que el encuadre legal por el que se lo juzga al ex comisario así lo considera.
El defensor discutió que la fiscal alegara diciendo que la “agenda” la había robado Vicat, “ocho meses después de dejar de ser funcionario público”. Esa frase, sirvió al defensor para solicitar al tribunal la nulidad del alegato “pues la propia fiscalía había derribado el supuesto válido para su acusación, esto es el carácter de funcionario del imputado”.
Al inicio del debate, la defensa había solicitado la nulidad del proceso por considerar que el caso había prescripto pero el tribunal no hizo lugar a ese planteo.
«Este es un proceso que se inició en 1998, y con sus más y sus menos siempre avanzó hasta llegar a esta instancia», sostuvo en esa oportunidad el juez Domenech.
Mañana es la hora del veredicto.
Fuente: Diario Hoy