Las hermanas Jara quieren trabajar por los derechos de las mujeres

Marina y Ailén Jara, quienes quedaron en libertad anoche cuando se hizo efectiva la decisión del Tribunal que las condenó por lesiones graves por herir con un cuchillo a quienes ellas señalaron como su acosador, afirmaron su deseo de ayudar a las personas que están presas injustamente.

A las 23 de anoche se abrieron las puertas del penal de Los Hornos y las jóvenes se fundieron en un abrazo con su madre, su padrastro, sus hermanos, su sobrina de 7 años y saludaron a los casi 50 militantes sociales que esperaban desde las 21,30 la liberación de las hermanas.

“Quiero trabajar por los derechos de las mujeres, ayudar a las personas que están presas injustamente, como lo estuvimos nosotras”, dijo a Télam Ailén, mientras su hermana Marina reconoció que “después de esto, yo tengo que hacer mucho por las mujeres, porque me ayudaron mucho”.

Marina dijo ser “la persona más feliz del mundo” y agradeció “a todos los que dieron a conocer nuestra historia, sino estaríamos todavía encerradas”.

Contó que sus compañeras de celda “estaban re emocionadas por todo este acompañamiento, nos alentaban, estaban contentas con nuestra libertad. Por ellas quiero seguir luchando, porque adentro hay muchas mujeres que sufrieron violencia de género y lo cuentan como algo normal”.

«Todos me dicen que esto es por mí, pero sin el acompañamiento de toda esta gente, no hubiera sido posible”, dijo a Télam la mamá de las chicas, Elena Salinas.

Se refirió así a vecinos, amigos, militantes sociales que conformaron la Comisión por la libertad de Ailén y Marina, espacio desde donde se articuló el trabajo de acompañamiento a las jóvenes y su defensa.

Ellas quedaron libres, pero el fallo fue condenatorio y los argumentos del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes fueron duramente cuestionados por la defensa de las chicas.

El abogado Isidro Encina anticipó a Télam que “vamos a apelar en todas las instancias, y si tenemos que llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo vamos a hacer. No tuvieron en cuenta la violencia de género. Tenemos que cortar este cordón que armaron los jueces apelando a la verdad, para que se las absuelva”.

Ailén, de 21 años, y Marina, de 20 años, el 19 de febrero de 2011 se encontraron en una esquina de la localidad de Paso del Rey con Juan Leguizamón, un vecino de la localidad bonaerense de Paso del Rey, donde viven.

Las chicas afirman que Leguizamón acosaba a Ailén y en esa madrugada quiso abusarla utilizando un arma de fuego.
Ellas sacaron un cuchillo, lo hirieron, le quitaron el arma y luego se presentaron en la comisaría para contar lo ocurrido.

Desde ese momento quedaron detenidas y fueron juzgadas por homicidio simple en grado de tentativa, pero el TOC las condenó por lesiones graves y dispuso su inmediata libertad, ya que cumplieron más de dos años en la cárcel.
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