LIMA (Reuters) – Un militar murió y otro resultó herido tras el ataque de «elementos terroristas» contra una brigada antisubversiva en la selva suroriental de Perú, en respuesta a las acciones de las fuerzas de seguridad contra remanentes del grupo rebelde Sendero Luminoso, dijo el viernes el Gobierno.
El ataque «de francotiradores» se produjo en el distrito de Echarate, en la región del Cusco, precisó un comunicado del comando de las fuerzas armadas. Echarate es una zona donde están ubicados los mayores campos de gas natural del país andino.
«El terrorismo nuevamente al ataque, seguramente en respuesta a las acciones que el Gobierno está implementando. Nuestra total condena», dijo al respecto el ministro de Interior, Wilfredo Pedraza, a la radio local RPP.
El último ataque de importancia de los rebeldes se produjo en octubre del año pasado, cuando mataron a dos policías en una emboscada pocos días después de que los subversivos incendiaran tres helicópteros de la firma Transportadora de Gas del Perú (TGP), que opera el único gasoducto de Perú en Cusco.
En Cusco están ubicados los campos de Camisea, la mayor reserva gasífera de Perú, y desde allí, a través de un gasoducto, se lleva el combustible a Lima para la generación del 50 por ciento de la energía eléctrica del país.
En Cusco, que forma parte de la boscosa zona del VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro), actúan los remanentes de Sendero Luminoso en alianza con el narcotráfico.
En el VRAEM rebeldes de Sendero Luminoso secuestraron en abril del año pasado a 36 trabajadores de empresas contratistas que operan el transporte de gas de Camisea, lo que movilizó a más de 1.500 policías y militares en la sureña región de Cusco.
Tras seis días de cautiverio, los trabajadores fueron liberados sanos y salvos por sus mismos captores, en un desafío al Gobierno del presidente Ollanta Humala y que derivó en la renuncia de los entonces ministros de Defensa e Interior.
Si bien analistas consideran que los rebeldes no representan un riesgo potencial para la estabilidad del Estado peruano, sus esporádicos ataques y emboscadas han dejado en los últimos cuatro años al menos 60 policías y militares muertos tras una ofensiva militar.
Sendero Luminoso tuvo su apogeo en las décadas de 1980 y 1990, período cuando el país sudamericano sufrió una guerra interna con un saldo de unos 69.000 muertos y desaparecidos.
(Reporte de Marco Aquino; Editado por Silene Ramírez)