El joven de 23 años fue capturado en Berazategui. Lo maniataron, golpearon y le quitaron 2000 pesos. Zafó de los delincuentes cuando iban a meterlo dentro del baúl de un auto
Lo capturaron en la calle, lo maniataron, le pegaron y le quitaron 2000 pesos antes de llamar a su padre para pedir un rescate. Pero con esta “moda” de los secuestros virtuales el hombre no les creyó y la víctima pudo escapar en un descuido de los delincuentes. Todo arrancó en Berazategui y terminó en nuestra ciudad. De la banda nada se sabe, al menos por ahora.
Fuentes policiales informaron que eran las 13.40 del lunes cuando Matías Sebastián Tolosa, de 23 años, caminaba por 128 y 27, de Berazategui. Según declaró horas más tarde, repentinamente lo interceptó un vehículo Citroën C3 de color negro del que bajó un sujeto y no precisamente para preguntarle una calle. Apuntándole con el arma que portaba lo obligó a subir en el asiento trasero del auto, donde había otros dos hombres que lo maniataron con precintos.
Enseguida empezaron a golpearlo y así lo despojaron de los 2000 pesos que llevaba encima para pagar la cuota de una moto, según detallaron fuentes=oficiales, pero es evidente que eso no los conformó.
Querían más dinero, y como Tolosa no estaba en condiciones de dárselo, resolvieron llamar al padre del joven para exigirle una suma a cambio de liberarlo sano y a salvo.
Matías les dio el teléfono y los captores se contactaron rápidamente con Julio Marcelo Tolosa (50) en el momento en que él estaba en una de las dos panaderías que tiene en Berazategui.
De acuerdo a lo que relató luego el comerciante, se encontraba trabajando cuando recibió la comunicación en la que la voz de un hombre le dijo “tenemos a tu hijo”.
Pero no le dio tiempo a que argumentara nada más. “El padre de la víctima creyó que era un secuestro virtual y cortó enseguida”, dijo un investigador, refiriéndose a la modalidad en la que se inventan raptos para cobrar plata o tarjetas telefónicas.
Pero el secuestro era real. Quizás confundidos con el inesperado giro de la historia, los maleantes continuaron circulando un rato más con Matías como rehén, hasta que pararon en una zona poblada para introducirlo en el baúl del auto. Sin embargo, la suerte quiso que en el momento en que lo bajaron del coche se fuera acercando otro, por lo que la víctima aprovechó el descuido de los asaltantes para escapar corriendo y pedir ayuda. Era de día, había testigos, y todo se volvió demasiado complicado para la banda, que se alejó en el C3 a toda velocidad. Matías estaba en City Bell.
Un rato después llegó un patrullero de la comisaría Décima que lo llevó a la DDI La Plata para que le recepcionaran la denuncia. El fiscal Tomás Moran dispuso que la misma fuera girada a la comisaría de Ranelagh, por tratarse de la jurisdicción donde se produjo el secuestro.
Fuente: Diario Hoy