Testigo presencial marcó a Burgos como el tirador de Píparo: hoy declara

El principal imputado fue reconocido por segunda vez en pleno juicio. Ayer lo hizo un electricista. El lunes, había sido la madre de Carolina. Hoy habla. Enorme expectativa

Estaba para la cachetada, como se dice en la jerga. Carlos Burgos, que al momento de la salvaje salidera recién había cumplido 18 años -su mayoría de edad-, había soportado en la primera audiencia, la del lunes, que la misma Carolina Píparo se pusiera de pie, se le plantara de frente y le dijera, cara a cara: «Vos, mirame. Si, vos mirame». Ella no alcanzó a asegurarlo, pero luego su madre -María Ema Cometta-, lo hizo. Burgos quedó sindicado como el ejecutor del disparo.

Pero ayer volvió a convertirse en el centro de la audiencia. Un testigo presencial del hecho, de oficio electricista, lo volvió a marcar, con palmaria contundencia. Aseguró que fue la persona que el fatídico 29 de julio de 2010 forcejeó con Carolina, la agarró de los pelos, la golpeó en la cabeza con un arma y teniéndola a-rrodillada le descerrajó un disparo.

Aún con su clásico corte tumbero, de laterales y nuca rapada, y cresta tupida de cabella tan morocha como su epidermis, si no fuera por esa secuencia de reconocimientos, Burgos hubiera aparecido, a tenor de su fisonomía, como el «más pibe», el de «menos cara de malo», entre los siete acusados que por momentos dirigen miradas desa- fiantes al público presente. Pero no. Quedó sindicado como el ejecutor del disparo que llevó a Carolina a sufrir una cesárea de emergencia y dar a luz a Isidro, que falleció una semana después.

El testigo clave de ayer fue el electricista Tomás Víctor Trebec, quien presenció el instante de la agresión a Carolina en el cruce de 21 y 36 de La Plata, cuando ella llegaba a su casa del barrio La Loma, conduciendo el auto de su suegro y en compañía de su madre.

Trebec contó que fue la primera persona en auxiliar a Carolina cuando se produjo el impacto de bala. Ayer, le contó a los jueces del Tribunal en lo Criminal II y al fiscal Marcelo Romero que al momento del hecho se hallaba acompañado por su esposa, María de los Angeles Muñoz.

El testigo contó que en ese momento observó «una pelea» y decidió estacionar su vehículo «detrás del auto (de Carolina Píparo) para bajar y sacar al tipo de arriba de la chica (Píparo)».

«El hombre tenía la mitad del cuerpo metida en el auto, del lado del chofer, y golpeaba con sus puños a la mujer, ella forcejeaba», recordó.

Trebec sostuvo que «en ese momento, mi mujer me dice que no lo haga, que el hombre tenía un arma. El hombre me miró. Entonces yo cierro la puerta, doy marcha atrás y al pasar por al lado del vehículo, escucho el disparo».

Explicó que al llegar a la esquina de calle 35 llamó al 911, regresó para asistir a la chica y trató de detener la hemorragia hasta que llegó la ambulancia, que tardó como 20 minutos.

«Recuerdo al hombre (el atacante) porque me miró, era de tez morena, pelo negro, y joven no llegaba a 30 años», detalló.

Dijo luego que una hora después del hecho concurrió a una sede policial donde procedió a reconocer al presunto autor, identificando a Carlos Burgos.

Trebec fue invitado por el tribunal a proceder a identificar entre los imputados presentes en la sala a quien atacó a Píparo, y tras dudar unos instantes, reconoció a Burgos.

El defensor de Burgos, Rubén Carrazone, dijo ayer a los jueces que su asistido quería hablar.

El Tribunal escuchará hoy al acusado.

«La tenía agarrada de los pelos y disparó»

En la segunda jornada del juicio también declaró Nora Silvia Pacheco, quien vive en las calles 21 entre 35 y 36 y el día del hecho vio «cómo atacaban a la mujer embarazada» pero no pudo observar el rostro del atacante ni el de su cómplice.
«Llegaba de hacer los mandados, estaciono el auto, y al bajar, miro a la esquina y veo cómo un hombre saca a Carolina del auto, la tira al piso y le apunta», consignó.

Pacheco continuó describiendo que «atrás había una camioneta negra y una moto por la derecha, y yo pensé que estaban todos juntos en este asalto».

«Vi cuando ese hombre la tenía de los pelos y le apuntó, aunque no sé si primero giró y apuntó al hombre de la camioneta, y luego le disparó a Carolina», sostuvo.
Recordó con angustia que «la tenía agarrada de los pelos (a Píparo) y disparó», y estimó que la distancia del disparo habrá sido la que permite la extensión del brazo al tener a la mujer tomada de los cabellos mientras con el otro brazo se sostiene un arma y se dispara.

La mujer explicó que se acercó a Carolina Píparo y vio que ya la estaba auxiliando el hombre que conducía la camioneta negra, el electricista Tomás Trebec (ver nota principal) y la esposa de éste.

Se aguarda que en las próximas horas se pueda localizar a la testigo María de los Angeles Muñoz, ex esposa del electricista, quien viajaba con él cuando presenció el ataque.

«Hasta el día de la sentencia no voy a tener paz»

«Hasta el día de la sentencia no voy a tener paz», dijo ayer Carolina Píparo antes del inicio de la segunda audiencia.
En la primera jornada, había señalado: «No lo puedo entender, yo les daba todo, el auto, los dólares, los pesos, ¿por qué me dieron un tiro, por qué mataron a Isidro, por qué tanto odio para mí? A mí me arruinaron la vida y a mi hijo no le dejaron que viviera una vida».
Por el hecho están siendo juzgados, además de Burgos, el hombre que está acusado de «marcar» a Píparo dentro del banco, Miguel «Pimienta» Silva; Luciano López, Carlos Moreno, Juan Manuel Calvimonte y Carlos Jordán Juárez.
También deberá enfrentar al tribunal, conformado por los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr, el imputado Augusto Claramonte, quien actualmente se encuentra en libertad y goza de una falta de mérito. Los siete hombres están acusados de «asociación ilícita, robo doblemente calificado en concurso real con homicidio triplemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa en grado de tentativa».

Harán la reconstrucción

El abogado de Píparo, Fernando Burlando, adelantó que el tribunal tiene previsto realizar una reconstrucción del hecho, como adelantó Trama Urbana. En el marco de la instrucción penal se realizó una reconstrucción sobre lo sucedido en el Santander Río de 7 y 42. El letrado anunció que pedirá «una pena mayor a reclusión perpetua», luego de que el lunes planteara la necesidad de que exista la pena de muerte en el país.

Fuente: Diario Hoy