La policía brasileña arrestó esta mañana a uno de los propietarios de la discoteca que se incendió ayer en la ciudad de Santa María y e n la que murieron 233 jóvenes, así como a dos de los músicos que actuaban en el momento de la tragedia, según fuentes oficiales citadas por medios locales.
Los arrestos, de carácter preventivo, fueron solicitados por el comisario responsable de investigar el incendio más trágico de Brasil en los últimos cincuenta años.
El comisario Marcelo Arigony, titular de la Tercera Comisaría de Policía Civil de Santa María, dijo en declaraciones a la agencia local Estado que también fue ordenado el arresto del otro dueño de la discoteca pero que la detención no fue realizada debido a que el empresario es uno de los 112 heridos aún hospitalizados.
LICENCIA VENCIDA
Uno de los detenidos es el empresario Elissandro Spohr, conocido como «Kiko» y propietario de la discoteca Kiss, cuya licencia de funcionamiento estaba vencida desde agosto del año pasado.
También fueron arrestados dos integrantes del grupo musical Gurizada Fandangueira, la banda que tocaba en el momento en que comenzó el fuego y a la que se atribuye el origen del incendio.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó cuando uno de estos integrantes de la banda encendió un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo de todo el establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un establecimiento cerrado, para la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar las puertas para evitar que el público saliera sin pagar, según los bomberos.
COMIENZAN A SEPULTAR A LAS VÍCTIMAS
En tanto, y en medio de un ambiente de gran conmoción, los habitantes de Santa María comenzaron a sepultar en las últimas horas a las víctimas del incendio.
Al Cementerio Municipal y al de Santa Rita comenzaron a llegar en la mañana de hoy familiares, amigos y compañeros de estudio de los jóvenes fallecidos para darles el adiós definitivo.
Fuente: La Naciòn