Siguen las novedades relacionadas a la «revolución de trasporte» que mencionó Randazzo la semana anterior (y de la que se arrepintió rápidamente). Ahora se suspendió el servicio de tren que va a La Costa y que, para muchos, era la única opción que permitía afrontar el costo de los pasajes. Y en Once descarriló una locomotora que estaba llegando.
El Gobierno no para de anunciar mejoras en el sistema ferroviario, inversiones y renovaciones. No obstante, la realidad que se vive es muy diferente. La más novedosa de las situaciones que deben padecer los usuarios se trata de la suspensión del servicio que sale de Constitución con destino a Mar del Plata, una opción económica que permite que miles de argentinos puedan irse de vacaciones.
Ahora, por tiempo indeterminado permanecerá cerrado hasta que las formaciones se encuentren en condiciones de circular, ya que ahora el mal estado de los vagones pone en peligro a los usuarios. Los pasajeros que habían sacado el pasaje correspondiente viajarán en micros, los demás tendrán que pensar en otras opciones. Y en cuanto a aquellos que iban a partir esta mañana, se enteraron en el momento y sobre el andén que sus vacaciones debían retrazarse.
El tren pertenece a la empresa Ferrobaires, que es controlada por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. El administrador general, Antonio Maltana, fue el responsable de la decisión de cerrar el servicio y aclaró que la medida no se tomó antes porque él «estaba de vacaciones».
Y agregó, mediante una entrevista con TN, que «Ayer fui personalmente y entendí que el tren no está en condiciones de ser abordado con cierta comodidad». Cabe destacar que los micros que llevarán a los pasajeros con boleto a Mar del Plata, fueron contratados por Ferrobaires, pero no hubo notificaciones o avisos previos.
Y por otro lado, hoy Once y el tren Sarmiento volvieron a ser noticia ya que esta mañana descarriló una locomotora que estaba llegando a la estación. Afortunadamente, no se registraron heridos, según informó el titular del SAME, Alberto Crescenti.
De acuerdo a varias declaraciones, los pasajeros sintieron movimientos bruscos y fueron informados por el guarda, que la máquina había salido de las vías al momento de ingreso a la estación. Pero sin duda es probable que la confianza en el sistema ferroviario continúe en declive.
De esta forma, luego de una semana del anuncio de la revolución del trasporte, y el arrepentimiento del anuncio, sólo se ven pruebas de la profundización del modelo de desmantelamiento del sistema ferroviario, que comenzó en los noventa (bajo un gobierno del que los Kirchner formaban parte, hay que aclarar), desguazando lo que una vez fue un orgullo nacional, digno de admiración en todo el mundo.
Foto: Gustavo Ortiz para Clarín