Turistas declaran gastar sólo la mitad de los dólares que les autoriza la AFIP

El comportamiento podría responder, al menos, a dos cuestiones: una nueva regla de “sentido común”, que indica que conviene explotar al máximo ese puñado de dólares o una sospechosa fuga de esas divisas a través de autorizaciones sin que se concreten necesariamente los viajes de los turistas

La autorización que concede la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para comprar unos pocos dólares parece ser a esta altura un beneficio demasiado extraordinario y excepcional como para echarlo a perder en un simple viaje.
Desde que está vigente el cepo al dólar, los argentinos empezaron a gastar en el exterior sólo la mitad de las divisas que pueden comprar legalmente en el mercado cambiario local con ese fin, para terminar destinando el resto al atesoramiento, o algún consumo o inversión fuera de la economía formal.
El comportamiento podría responder, al menos, a dos cuestiones: una nueva regla de “sentido común” surgida desde la aplicación del cepo cambiario, que indica que conviene explotar al máximo ese puñado de dólares aún cuando no se los vaya a utilizar afuera; o una sospechosa fuga de esas divisas a través de autorizaciones que están siendo otorgadas por la AFIP sin que se concreten necesariamente los viajes de los turistas.
Según datos del Banco Central (BCRA) y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) consignados por Cronista, los argentinos que viajan al exterior llegaron a gastar en los últimos meses del 2012 sólo entre el 35% y el 60% de las divisas que fueron comprando en bancos o casas de cambio, con validación previa de la AFIP, para salir del país.
La estimación puede inferirse a partir del cruce de dos series que miden estos dos organismos oficiales: los gastos totales de argentinos en el exterior, que se ubicaron este año en un rango de entre los $230 y $325 millones mensuales, y que son registrados por el INDEC; y los dólares que compra el sector privado por “turismo y viajes”, que llegó a dispararse a una franja de entre los $400 y $660 millones en los primeros nueve meses del año, y que estima trimestralmente el BCRA.
Las dos series mostraron siempre, en los últimos años, cierta correlación. En algunos períodos, incluso, el gasto de los turistas argentinos en el exterior llegó a superar el tamaño de las compras de dólares por este concepto .
Pero las curvas empezaron a distanciarse enormemente a partir de que el Gobierno decidió aplicar el cepo oficial sobre la venta de dólares, a fines de octubre pasado. Desde entonces, la adquisición de divisas con este destino se convirtió prácticamente en la única vía legal de acceso a estos escasos y jugosos dólares oficiales, y empezó a crecer a tal ritmo que llegó casi a triplicarse.
La nueva regulación del Banco Central exigió que los argentinos sólo pudieran comprar estos dólares cuando debieran utilizarlos para algún viaje al exterior. Pero lo curioso está en que, actualmente, las concesiones de la AFIP parecen demasiado mezquinas como para que los turistas argentinos puedan encontrar en éstas algún margen para decidir no usarlas y atesorarlas o venderlas en el mercado informal. De ahí que una de las explicaciones al fenómeno pueda encontrarse en validaciones que se estén realizando para turismo pero que no tienen como destino un viaje al exterior.
Valer aclarar, también, que el INDEC no precisa en su metodología si su estadística de gastos en el exterior, que confecciona a través de encuestas del ministerio de Turismo, Migraciones y Policía Aeronáutica, excluye los consumos que se realizan con tarjeta de crédito.

Fuente: iProfesional