Alberto Piedrabuena, presidente del Tribunal que absolvió a los acusados por el caso Marita Verón, dijo haber acutado con «absoluta independencia». «Hicimos lo que teníamos que hacer», aseguró.
El juez Alberto Piedrabuena, presidente del Tribunal que ayer absolvió a todos los imputados en el caso de Marita Verón, afirmó hoy estar «con mucha tranquilidad» porque se actuó con «absoluta independencia», a la vez que restó importancia a la posibilidad de ser sometido a un juicio político.
«Estamos tranquilos y tuvimos que hacer justicia. Yo estoy con mucha tranquilidad, porque hemos trabajado e hicimos lo que teníamos que hacer, conforme al Estado de Derecho pleno», manifestó.
El juez admitió que, de todas formas, esas «decisiones son revisables, modificables, así que seguirá el proceso como corresponde», resaltó, en referencia a las apelaciones que se producirán a partir de ahora.
Asimismo, pidió que se analicen los «fundamentos» de la sentencia de anoche porque «son bastante complejos, imposibles de describir en pocos minutos», manifestó.
El magistrado aseveró que «el tribunal es como un espectador que luego va a calificar, todo depende del aporte de las partes y se actúa con absoluta independencia, trata de no contaminarse con los intereses» de cada sector, explicó.
Acerca de la posibilidad de ser sometido a un juicio político, como dijeron Susana Trimarco y su abogado José D’Antona, señaló que «si le asiste el derecho, los ciudadanos tienen sus posibilidades de reclamar, son las reglas de juego».
«No creo que se politice este caso. Los otros poderes están cada uno en su función y este es un caso jurídico en el cual la prueba que se produjo no llevó a la certidumbre y el principio de inocencia no ha sido superado», sostuvo, tal como se leyó anoche en la última sesión del juicio
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