Tenía 22 años. Bajó de un micro Oeste junto a la chica. Venían de la facultad. Y cruzaron el puente de ruta 2 y kilómetro 44,5, para ir a su casa. Dos pibes le dieron tres puñaladas.
En pocos segundos, el accionar criminal de dos delincuentes acabó con la vida de un joven de 22 años al que le acertaron tres puñaladas en el Barrio El Peligro, de la localidad de Arturo Seguí. Heiber Vega Fernández era hijo de quinteros bolivianos que con muchísimo esfuerzo pudo acceder a una carrera universitaria. Precisamente, de la facultad regresaba antenoche junto a su novia Romina Jiménez (19), cuando se cruzó con quienes sellaron su trágico final.
Apenas habían pasado unos minutos de las 21 del lunes y la pareja bajó de un interno de la línea Oeste en la Ruta 2, a la altura del kilómetro 44,5. Comenzaron a cruzar el puente peatonal para llegar al ingreso principal de El Peligro, pero entonces fueron abordados por dos sujetos que llegaron en una bicicleta. Les pidieron sus pertenencias, que en el caso de Heiber no eran más que los materiales de la carrera de Odontología que llevaba en la mochila. El se resistió, quiso escapar, pero el delincuente que esgrimía un cuchillo se lo clavó dos veces en el tórax y una en el cuello.
Aturdida por la situación, Romina se alejó corriendo, hasta que giró y vio que los agresores escapaban caminando, con la bicicleta playera en la mano, y regresó con su novio. Lo encontró a Heiber malherido, pero consciente. A los pocos segundos llegó el hermano del joven junto a un sobrinito de 3 años en una camioneta, ya que siempre iban a buscarlo para llevarlo hasta su casa, ubicada a 7 cuadras de allí, en 420 y 226.
Lo cargaron en el vehículo y salieron a toda velocidad hacia el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde Heiber ingresó en gravísimo estado y perdiendo mucha sangre. Murió alrededor de las 2 de la mañana.
“Dijo que me amaba”
Aturdida por el duro momento, la novia de Heiber, Romina Jiménez (19), contó detalles del hecho. “Vi que del otro lado del puente había dos chicos, le pedí (a la víctima) que no subiéramos y por las dudas agarré un ladrillo, pero nos agarraron”, explicó.
“Siempre estuvo lúcido y me dijo que me amaba”, aseguró. Familiares de Vega Fernández criticaron la asistencia que recibió en el hospital, asegurando que “estuvo tirado en una camilla mucho tiempo antes de ser atendido”.
“Esto era una boca de lobo”
Producto del temporal que anteayer azotó a la región, varias zonas del Barrio El Peligro se quedaron sin luz a partir de las 16. “Cuando se empezó a hacer de noche, la mayoría de los comerciantes cerramos los locales y nos fuimos. Esto era una boca de lobo y se ve que los ladrones aprovecharon para pasar desapercibidos e intentar robarle al chico”, estimó un almacenero.
Sin embargo, gracias al testimonio de su novia y un vecino, los investigadores de la comisaría Séptima y la DDI tienen pistas firmes para identificar a uno de los criminales, quienes escaparon sin robar nada.
“Si no los atrapan, algo vamos a hacer”, prometió Romina junto a sus familiares, que ayer a la tarde lo velaban en su casa.
Un robo frustrado una semana antes
Tras conocer la muerte de Heiber, los comerciantes que día a día trabajan frente al puente peatonal denunciaron que “hay una bandita de cinco chicos que andan robando por acá y los conocemos a todos. Hasta ahora eran sólo robos, pero fueron demasiado lejos”, aseguró uno de ellos. “Hacen siempre la misma, alguien sube al puente y los ladrones los encierran arriba”, detalló.
“Dos horas antes que mataran a mi hermano, dos chicos en bicicleta asaltaron a un hombre a una cuadra de casa. Creemos que son los mismos”, explicó la hermana de la víctima, Mariela Vega Fernández. Y recordó: “A Heiber también lo quisieron robar ahí hace una semana, pero los empujó y escapó corriendo”.
Heiber: ya tenía un título y “era el bocho del barrio”
Heiber recorría todos los días los 25 kilómetros y dos horas de viaje que separaban su casa de la Facultad de Odontología de la UNLP, donde cursaba sus estudios de primer año. No era su primera experiencia en la educación superior, ya que en 2011 concluyó su carrera terciaria de Instrumentación Quirúrgica, aunque no había llegado a ejercer.
Junto a su familia, llegó al país hace unos 8 años, provenientes de Bolivia, para dedicarse a la producción frutihortícola. “Estaba muy contento de empezar la Universidad, era como un sueño. Era el único de los cinco hermanos que no trabajaba, ya que todos habíamos decidido que lo mejor era que se dedicara al estudio”, contó su hermana Mariela.
Precisamente, los vecinos lo recuerdan por sus destacadas capacidades intelectuales. “Era el bocho del barrio, el abanderado de la escuela, se recibió en tres años y ahora estaba con una nueva carrera”, recordó una vecina.
Justamente, en la Facultad conoció a su novia, con la que periódicamente viajaba hasta su casa en El Peligro, para contarles a sus hermanos y papás las novedades de su vida universitaria, una realidad muy lejana para la mayoría de sus conocidos. Pero anteayer a la noche sus sueños y los de su gente quedaron truncos.
Fuente: Diario Hoy