Con el agua al cuello

En Belgrano otra vez se vivió la misma historia: el agua superó el metro de altura, los autos quedaron flotando, los comercios perdieron todo y la gente hasta tuvo que cruzar las calles agarrada de una soga. De no creer.

La escena se repite una y otra vez. Ya no sorprende. Pero no hay alerta ni precauciones que apacigüen la bronca de los comerciantes y vecinos de Belgrano. Otra vez fueron los más damnificados por las inundaciones. Otra vez los autos aparecieron flotando y los negocios perdieron mercadería. Otra vez quedaron con la soga al cuello.

El cruce más problemático volvió a ser Blanco Encalada y Cabildo, donde el agua superó el metro de altura y tapó autos como bolsas de basura. Allí el personal de Defensa Civil cortó el tránsito y hasta colgó una soga para que la gente cruzara la calle. Otras personas prefirieron esperar bajo los toldos unas cuantas horas para continuar su camino, mientras los bomberos limpiaban los sumideros y las bocas de tormenta.

Pero los más afectados volvieron a ser los comerciantes, que perdieron productos y ventas, y que aún hoy continúan sacando el agua de sus locales. No sorprenderá que en las próximas horas anuncien una ola de rebajas y descuentos en mercadería que quedó bajo la inundación.

Cansados, los vecinos exigieron las obras del Arroyo Vega, que están paralizadas desde 2009. “Queremos una solución ya. No puede ser que en cada tormenta lo perdamos todo”, dijo Estela, una mujer que vive en Ciudad de La Paz y Blanco Encalada. A su lado, Norberto reclamó lo mismo: “No me importan las internas políticas. Que hagan las obras de una buena vez“.

Fuente: La Razòn