Custodiarán el ingreso y la salida de 43 escuelas en Liniers, Recoleta, Palermo, Mataderos y Constitución. No portarán armas, pero trabajarán con la Policía Federal y la Metropolitana para evitar accidentes y delitos.
Un nuevo cuerpo de agentes, conformado por civiles, reforzará los Senderos Seguros de cinco barrios y se sumará a los efectivos de la Policía Metropolitana y la Federal para cuidar a los alumnos durante la entrada y salida de los colegios.
El Gobierno porteño presentará el viernes el nuevo Cuerpo de Agentes de Protección Escolar, que en una primera etapa estará conformado por 48 personas y custodiará seis senderos de los barrios de Mataderos, Recoleta, Constitución, Liniers y Palermo (ver más información en el suplemento Legislatura Porteña).
En principio, ocuparán 69 cuadras para monitorear 43 escuelas públicas y privadas, donde asisten un total de 20.023 estudiantes. A largo plazo, la intención será abarcar los 28 “caminos” con que cuenta la Ciudad.
“Hace más de dos meses que estos agentes realizan con éxito sus funciones a modo de prueba. Pudimos corroborar que a los padres de los alumnos les resulta positiva su presencia”, destacó el subsecretario de Prevención del Delito, Martín Borrelli.
Según el comunicado del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, el flamante cuerpo fue conformado por civiles capacitados técnica y humanitariamente para dar respuesta ante cualquier eventualidad que pueda surgir, ya sea un delito, un accidente o una pelea. No portarán armas, pero llevarán botones antipánico, se intercomunicarán con handies y tendrán línea directa con la Policía Metropolitana, Emergencias, SAME y Policía Federal. Asimismo, uno de ellos recorrerá cada barrio en bicicleta y brindará asistencia.
Un Sendero Seguro es un camino protegido y vigilado por la comunidad, con la sinergia de los vecinos, comerciantes, padres, docentes y policías, para que los chicos puedan concurrir y regresar tranquilos de las escuelas. La iniciativa se creó en 2003 y se desactivó cinco años después, para retomarse en 2010 ante la ola de delitos.
Fuente: La Razòn