Se trata de un oficial inspector que fue identificado en una rueda de reconocimiento por un testigo que tiene la causa, a cargo de la fiscal de Morón Valeria Courtade.Ya suman ocho los efectivos apresados por este hecho.
Otro policía bonaerense fue detenido y está acusado de torturar hasta la muerte al joven Fabián Gorosito en una comisaría de la localidad de Mariano Acosta en agosto último, por lo que ya suman ocho los efectivos apresados por este caso.
El abogado querellante Silvio Alfonzo informó que se trata de un oficial inspector que fue identificado en una rueda de reconocimiento por un testigo de identidad reservada que tiene la
causa, a cargo de la fiscal de Morón Valeria Courtade.
La fiscal tenía la sospecha de que este policía podía estar implicado en el caso, por lo que este mediodía ordenó que fuera sometido a la rueda de personas, en la que fue señalado como uno de los uniformados que torturaron a Gorosito, explicó el letrado.
De inmediato, Courtade dispuso que el efectivo quedara detenido acusado de «torturas seguida de muerte», el mismo delito del que se acusa a los otros siete detenidos en el caso y que prevé una pena de prisión perpetua.
«Estamos muy conformes con la actuación de la fiscal y puede ser que haya una o dos detenciones más de policías», dijo Alfonzo.
El hecho se registró el 15 de agosto, cuando Gorosito (22), quien trabajaba en un frigorífico de la estación de Agustín Ferrari, apareció muerto en un descampado ubicado en Gabriela Mistral y 24 de noviembre, junto a las vías de la ex línea Belgrano, de Mariano Acosta.
En un primer momento, se quiso hacer pasar la muerte del joven como producto de una intoxicación y posterior caída a una zanja, pero los peritajes determinaron luego que el muchacho había sufrido un severo castigo y una muerte por asfixia.
Tras la pesquisa, el 11 de noviembre fueron detenidos siete policías de la seccional de Mariano Acosta: el subcomisario Pablo Nievas, el oficial principal Adrián Giménez, el oficial inspector Hernán Oviedo y los oficiales de policía (ex suboficiales) Rubén Villalva, Luis Fernández, Cristian Fortunato y Marcos Di Pierro.
En tanto, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, dispuso la intervención de la seccional y el traslado de los 63 policías que se desempeñaban allí para garantizar la investigación de Asuntos Internos de esa cartera.
Una de las principales hipótesis de la fiscalía es que Gorosito fue asesinado porque mantenía una relación con la mujer de Giménez, lo cual fue avalado por varios testigos que declararon en la causa y por otras pruebas, como fotografías, que se reunieron en el expediente.
Los padre del joven también confirmaron la existencia de la relación, pero dijeron que tal vez su hijo desconocía que la mujer estaba casada con un policía.
Al declarar, Giménez negó esta versión y dijo que no conocía a la víctima.
Sin embargo, de los testimonios surge que el joven fue «levantado» en el auto de uno de los policías, llevado a la comisaría para ser torturado y luego arrojado en el lugar donde fue hallado asesinado.
Al enterarse de que su hijo había sido perseguido por policías, la madre de Gorosito fue a la seccional a preguntar si tenían algún detenido con sus características y como se lo negaron, ella y su familia salieron a buscarlo.
Una vecina, cuya hija halló el cadáver cuando jugaba en el predio de la vía abandonada, encontró los documentos junto a los restos de joven, por lo que avisó del hallazgo a la familia de la víctima.
«La policía lo único que dijo después es que él estaba borracho, que se cayó en la zanja y se ahogó. En ningún momento dio explicaciones y después lo ensuciaron», declaró la madre a la prensa. (Télam).-
Fuente: Telám