Berlusconi, a prisión por fraude fiscal

Una corte de Milán sentenció al magnate y ex premier a cuatro años de cárcel, pero la pena fue rebajada a sólo un año de cumplimiento gracias a una amnistía; podrá apelar.
ROMA.- El ex primer ministro italiano y magnate de los medios de comunicación, Silvio Berlusconi fue condenado ayer a cuatro años de cárcel por fraude fiscal , la sentencia más dura contra el hombre que marcó la vida pública italiana de las últimas dos décadas y que salió victorioso de más de 30 juicios.

El político y empresario de 76 años, que el miércoles anunció su renuncia a presentarse para las próximas elecciones legislativas, resignando la posibilidad de volver a ser primer ministro, recibió además la prohibición de ejercer cargos públicos durante cinco años. Por último, fue conminado a pagar diez millones de euros al fisco.

Pero no todas fueron malas noticias para el Cavaliere . A su favor, logró un recorte de tres años en la condena a prisión, reducida a sólo un año por una ley sobre indultos de 2006 que lo salvó de una larga temporada en las sombras sobre el final de su carrera.

De todos modos, seguirá en libertad por lo menos hasta que los abogados agoten las dos instancias de apelación que le restan a su cliente, luego de la sentencia dictada por la Primera Sección Penal de Milán.

El caso se refiere a la compraventa de los derechos de transmisión de películas norteamericanas por parte de Mediaset -el grupo audiovisual de Berlusconi- entre 1994 y 1999, bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas fuera del país.

Para ello el grupo de comunicaciones habría organizado en el exterior una contabilidad paralela.

«Los derechos [audiovisuales] pasaban de mano en mano y se aumentaban de modo injustificado. Eran traspasos carentes de una función comercial. Servían sólo para que se elevara su precio», afirmaron en su sentencia los jueces de Milán.

En una llamada telefónica a un programa de noticias de uno de sus propios canales, Berlusconi dijo que su decisión de abandonar la política no tenía nada que ver con el fallo de la justicia y criticó a la corte por tener motivaciones políticas.

«Ha sido un juicio político, increíble e intolerable», reaccionó al conocer el fallo, al cual tachó de «intolerable ensañamiento judicial». «No se puede seguir así. Con jueces como éstos este país se vuelve bárbaro e insoportable; deja de ser una democracia», lanzó Berlusconi.

La condena es más dura incluso de la que pidió la fiscalía, que consideraba al ex primer ministro el responsable de haber inventado el complejo sistema de transacciones para engañar al fisco, y que solicitó tres años y ocho meses de cárcel.

Para el fiscal Fabio De Pasquale, Mediaset «exageró» los costos de la compra de películas, fijándolos en 368 millones de dólares entre 1994-1998, mientras que entre 2001-2003 esa cifra descendió a 50 millones.

«Berlusconi era en 1998 el jefe de la cadena de mando en el sector de los derechos televisivos», afirmó el fiscal, que pidió la misma condena para el actual presidente de Mediaset, Fedele Confalonieri, brazo derecho del magnate de las comunicaciones y que, sin embargo, fue absuelto por el tribunal.

Para el ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro, histórico adversario de Berlusconi, «tarde o temprano la verdad sale a flote».

«Es bueno que los italianos y el mundo sepan que hay una sentencia en primer grado que considera a Berlusconi un delincuente», afirmó el magistrado.

Los problemas judiciales de Berlusconi comenzaron en 1993, cuando decidió entrar en la arena política y fue nombrado jefe de gobierno. Un tribunal lo acusó entonces por corrupción y se vio obligado a renunciar al cargo siete meses después de su llegada al poder.

Fue sólo el comienzo. El Cavaliere se ha enfrentado a más de 30 procesos penales en las últimas tres décadas, aunque en todos los casos una tropa de abogados lo ayudó a librarse una y otra vez de una condena efectiva.

Entre los casos más conocidos, figura el de la Logia masónica P-2, por el que fue sentenciado en la década del ochenta y luego amnistiado. En los años noventa fue tres veces condenado en primera instancia por corrupción, falsos balances y financiación ilícita de partidos.

Una de las figuras más controvertidas de Italia, con un enorme poder económico y político, Berlusconi fue tres veces primer ministro y protagonizó inéditos escándalos sexuales y judiciales.

Además de las instancias de apelación del juicio por fraude fiscal, Berlusconi tiene abiertos otros dos procesos: el llamado caso Ruby -abuso de poder e incitación a la prostitución de menores- y un caso de escuchas telefónicas.

DOS PROCESOS EN MARCHA

Il Cavaliere ha enfrentado 33 causas penales, de las cuales dos siguen abiertas.

El caso «Ruby»
Se lo acusa de tener sexo con una prostituta menor de edad, conocida como «Ruby», y abuso de poder.
Escuchas ilegales
Está imputado por la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita en Il Giornale.
Agencias AFP, EFE y Reuters .