Acusan a Siria por un atentado en Líbano que dejó 8 muertos

Un coche bomba estalló en un barrio cristiano de Beirut. Falleció el jefe de inteligencia libanés, hostil al gobierno sirio de Al Assad.
El jefe de inteligencia de las Fuerzas de Seguridad Interiores (FSI) en Líbano, Wisam al Hasan, murió ayer en un atentado con coche bomba en Beirut, un ataque que hace temer una reanudación de los asesinatos entre 2005 y 2008 de personalidades hostiles a Siria, país del cual Líbano dependía económica y políticamente hace décadas.

El ataque, condenado por Estados Unidos y el Vaticano y perpetrado en un barrio del centro de la capital libanesa, causó en total 8 muertos y 86 heridos, según un balance oficial.

El general Hasan, un musulmán sunita, era cercano a Saad Hariri, el jefe de la oposición libanesa hostil al régimen de Damasco. Su nombre sonaba para retomar la cabeza de las FSI a finales de año.

Los servicios de inteligencia de las FSI desempeñaron un papel clave en la detención el 9 de agosto del ex ministro libanés Michel Samaha, partidario del régimen sirio, en el marco de un caso de explosivos incautados destinados entre otros a ser usados en el norte del Líbano.

La potente explosión de ayer, la primera de este tipo en la región de Beirut desde 2008, reaviva la preocupación por un contagio del conflicto sirio, que divide a los libaneses. Siria, sacudida desde hace 19 meses por violentos enfrentamientos y a menudo acusada de estar detrás de los asesinatos de los años 2000, reaccionó de inmediato y condenó un atentado «cobarde» y «terrorista».

El ataque tuvo lugar en el barrio cristiano de Achrafieh, en el sector este de la capital.

«Hemos oído una potente explosión. El suelo ha temblado bajo nuestros pies», explicó Roland, de 19 años, entre restos de coches calcinados y destrozos de edificios.

Cerca de la plaza Sasin, los padres de varios empleados del Banco Europeo de Oriente Medio, cuyas ventanas estallaron, trataban de tener noticias de sus hijos.

No muy lejos, una joven de 25 años conmocionada gritaba «¡Mamá, mamá!», mientras buscaba a su madre entre los escombros.

Para muchos, el atentado reaviva los temores de la vuelta de los años negros de la guerra civil (1975-1990). «Esto nos lleva de nuevo 30 años atrás, a la época de los atentados», afirmó un médico en el hospital Hotel-Dieu.

«Atentado político»

Un líder de la oposición, Samir Geagea, afirmó a la prensa que el general Hasan se «desplazaba entre medidas de seguridad excepcionales». «Había instalado a su mujer y sus hijos en París porque se sentía amenazado», añadió.

Los servicios de inteligencia de las FSI fueron también clave en la búsqueda de los responsables de atentados y asesinatos contra personalidades políticas entre 2005 y 2008, como el del ex primer ministro Rafic Hariri, padre de Saad, en 2005, y de los que se acusa a Damasco.

Saad Hariri acusó al presidente sirio Bashar al Assad de este asesinato. «Acusamos a Bashar al Assad de haber asesinado a Wisam al Hasan, garante de la seguridad de los libaneses», indicó el ex primer ministro a una cadena libanesa. «Pedimos a este gobierno que se vaya y a su jefe que dimita inmediatamente, ya que la permanencia de este gobierno ofrece protección y cobertura a los criminales por este complot criminal», agregó.

El último atentado en la región de Beirut se remontaba a enero de 2008, cuando un oficial de la inteligencia libanés, el capitán Wisam Eid, fue asesinado en un ataque con coche bomba.
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