«El peronismo no quiere la sociedad bipolar que nos quieren imponer»

Multitudinaria convocatoria de José Manuel De la Sota en Córdoba, en ocasión de recordar el Día de la Lealtad peronista. Su oratoria apuntó a dejar en claro que no es peronismo lo de Cristina Fernández de Kirchner, Frente para la Victoria y Unidos y Organizados. Y realizó una convocatoria al diálogo, a la pluralidad, a la convivencia y a la libertad en nombre de Juan Perón. De la Sota dijo: «Parece que lejos de estar Unidos, estamos Dominados. Dominados por un estado de crispación que nos divide. Dominados por una trampa absurda que enfrenta a argentinos contra argentinos. El peronismo está muy lejos de la sociedad bipolar que nos quieren imponer.» CIUDAD DE CÓRDOBA (Especial para Urgente24). José Manuel De la Sota le ganó al mal tiempo: hasta poco antes del acto por el Día de la Lealtad peronista, llovió y hasta piedra cayó en la capital provincial. Hubo un momento cuando la convocatoria pareció que trastillaba pero luego imperó la calma y la movilización pudo concretarse.

Fue un acto militante, con mucho fervor, en la Avenida Deodoro Roca, a escasos metros de la plaza España.

Muy superior la cantidad de peronistas que asistieron a la convocatoria de De la Sota comparada con la que reunió el Frente para la Victoria el 17/10, en un estadio de basquetball, el club General Paz Juniors.

De la Sota estuvo junto a su pareja Adriana Nazario y abrazando a su nieto Manuel.

Antes que De la Sota hablaron, brevemente, la vicegobernadora Alicia Pregno y el presidente del PJ cordobés, Carlos Caserio.

«En el Día de la Lealtad, los peronistas de Córdoba venimos a decirle al gobernador que estamos con él», dijo Pregno.

«No necesitamos que alguien de Buenos Aires venga a levantarle el brazo a un dirigente de Córdoba», expresó Caserio.

De la Sota, de acuerdo a las entrelíneas de su discurso, advierte que Cristina Fernández de Kirchner se aleja del peronismo. Esto fue evidente cuando ella le concedió una importancia excepcional a la agrupación La Cámpora, que ha fracasado y por eso tuvo que reorganizarla dentro de Unidos y Organizados, que incremento el alejamiento del PJ. Por lo tanto, De la Sota decidió hablarle al peronismo, reivindicar al Juan Perón de 1973/1974 y cuestionar la lectura de Perón que hace el kirchnerismo cristinista.
Algunas frases de De la Sota:

> «(…) han vuelto a circular entre nosotros, personajes que invocan un Perón falsificado, a una caricatura de Perón cuya insignia no es la de la paz, sino la de la lucha de clases y del resentimiento.»

> «El Perón que aprendió, que evolucionó, que se autocriticó, fue un visionario y, a mi juicio, un visionario aún incomprendido por muchos que se dicen peronistas. Tal vez porque se quedaron en el pasado, no aprendieron y su bandera es la venganza.»

> «El pensamiento del Perón de 1974 se ubicaba en las antípodas de cualquier forma de autoritarismo. Afirmó su rechazo a los sistemas de partido único, y sostuvo que su ideal era el pluralismo.»

> «Seguramente, si hoy viviera, nos diría que no es peronista quien intenta dividir al pueblo, quien trata como enemigo al adversario, quien ignora los verdaderos problemas del país o intenta acallar a sus críticos bien intencionados.»

> «Los verdaderos peronistas, tenemos un solo enemigo: la miseria, la desigualdad, la pobreza.»

> «Hay amigos que ya no se encuentran a tomar un café, porque parecería que las diferencias de opinión son cosas de vida o muerte. Por culpa de la mala política, hay familias que dejaron de compartir la mesa los domingos. (…) Y todos sentimos que el país, así, no es normal.»

> «Un peronismo que rechaza el maltrato, la soberbia y el aislamiento, como forma de gobernar. Que rechaza el autoritarismo unitario, que discrimina y posterga a las provincias. Y que le dice BASTA a la división entre los argentinos. Nuestro grito de unión nacional es una convocatoria a todos los argentinos.»

El texto completo del discurso de De la Sota es el siguiente:

«Durante la pasada dictadura militar, un anónimo compañero escribió en una pared, jugándose el pellejo, la frase “Perón ¡cuánto te extraño!”.

Y esto es lo que hoy, estoy seguro, sienten también todos ustedes y todos los compañeros a lo largo y a lo ancho del país.

Extrañamos a Perón, al mejor Perón.

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A ése Perón que hacia el final de su vida, logró dejar de lado todas las humillaciones, proscripciones y persecuciones sufridas, para venir a la Argentina a buscar la reconciliación de todos los argentinos.

A ese hombre que aprendió, luego de años de reflexión en el exilio, y retornó para advertirnos del abismo que se abriría bajo nuestros pies si no aprendíamos a dialogar, a convivir, a ser pluralistas y amantes de la libertad.

Por eso estamos hoy aquí reunidos todos los peronistas que aprendimos, y que hace rato preferimos pasar del viejo enfrentamiento del 5×1 al sueño de una Patria para todos :El 5+1 y así sumar compañeros sumar argentinos y sumar sumar y sumar al infinito.

El peronismo es Amor y el que nos insta al odio, no lo es, nunca lo fue o ha dejado de serlo.

Recordamos en este Día de la Lealtad al Perón que escribiera el “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”, el verdadero modelo, el único que existe para nosotros los peronistas.

Emprender esa tarea, en este día, es para mí una obligación moral y un mandato político que no podía postergar.

Y quiero hacerlo en estos momentos, cuando han vuelto a circular entre nosotros, personajes que invocan un Perón falsificado, a una caricatura de Perón cuya insignia no es la de la paz, sino la de la lucha de clases y del resentimiento.

Nosotros no podemos permitir que se confunda de esa manera a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes; no podemos permitir que se adultere así el testamento que el Presidente Perón nos legara.

El Perón que aprendió, que evolucionó, que se autocriticó, fue un visionario y, a mi juicio, un visionario aún incomprendido por muchos que se dicen peronistas. Tal vez porque se quedaron en el pasado, no aprendieron y su bandera es la venganza.

Ante todo, Perón intuyó con claridad que el único camino para lograr la liberación y el progreso de las naciones del Tercer Mundo –mucho antes del derrumbe del bloque comunista y del agotamiento del neoliberalismo, – era que sus gobiernos no se apartaran de la Tercera Posición.
También nos señaló que cualquier desviación en uno u otro sentido –a derecha o a izquierda, real o fingido- necesariamente iba a terminar en un aumento de nuestra dependencia ya que, como él bien nos aconsejó, “el bienestar de los Pueblos se halla por encima de las concepciones políticas dogmáticas”.

Y sostenía que la Argentina debía apartarse del “juego pendular entre el liberalismo y el estatismo”.

Paralelamente, tuvo muy en claro que el mundo se orientaba hacia una etapa de creciente integración internacional, de “universalismo”, y que en el futuro no tendrían cabida los nacionalismos extremos ni el patrioterismo, ni era concebible el aislamiento de pretender vivir sólo con lo nuestro.
ni el patrioterismo, ni era concebible el aislamiento de pretender vivir sólo con lo nuestro.

Perón siempre sostuvo la necesidad de una creciente integración continental –que en alguna medida hemos realizado ahora gracias al Mercosur- para emprender desde allí la integración universal.

Una y otra vez, el Presidente nos recuerda que el justicialismo no puede sino proponerse realizar una revolución en beneficio de los más humildes, pero una revolución en paz.

También nos aclara que “Todo debe hacerse dentro de la ley y que nada debe realizarse fuera de su alcance”

Su principio fundamental era lograr que los argentinos pudiéramos vivir en una “democracia social” poniendo iguales acentos en la palabra “social” –es decir, equitativa- como en la palabra “democracia”.

Y adelantándose décadas a su tiempo- vislumbró que el mundo actual ingresaría en un período de creciente preocupación por el agotamiento de los recursos naturales, esenciales para la subsistencia de la humanidad.

Como si hoy conviviera con nosotros, nos dijo: “la definición de una política estable para el agro, constituye una responsabilidad ineludible de las generaciones de hoy para con las del futuro”

Otra de las grandes visiones de nuestro líder fue su preocupación por que los argentinos cuidáramos nuestro medio ambiente y elaboráramos una política de cooperación internacional destinada a evitar los usos ecológicamente indebidos de los avances tecnológicos.

Trató como tema prioritario un tema de estricta actualidad en estos días: la necesidad de establecer controles en todos los niveles de la administración. Dicho en otras palabras: para Perón no podía existir un buen gobierno, honesto y eficiente, sin la trasparencia absoluta de los actos de sus funcionarios en todos los niveles.

El pensamiento del Perón de 1974 se ubicaba en las antípodas de cualquier forma de autoritarismo.

Afirmó su rechazo a los sistemas de partido único, y sostuvo que su ideal era el pluralismo.

Otro aspecto del pensamiento Perón, que hoy adquiere relevancia, es su recomendación de respetar a rajatabla la pluralidad informativa.

Así dijo: «La opinión pública está lo suficientemente preparada para criticar la información

recibe”. Y agregó, “No es posible “venderle” ideas al Pueblo”.

En esos años Perón manifestó también una profunda preocupación por la organización interna del movimiento y del Partido Justicialista.

“El hombre no vence al tiempo; lo único que puede vencer al tiempo es la organización”, nos dijo reiteradamente.

El ya sabía en los años ’70, que pasaría a la historia como el único y el último “hombre providencial” de los trabajadores y los humildes de nuestro país.

Para él la única salida viable era que el movimiento quedara en manos de los peronistas, de todos los peronistas, actuado orgánicamente, respetando la democracia interna y la voluntad del pueblo.

Sin duda el mayor consejo paternal que el General supo dejarnos es que, ante todo, el Justicialismo seguiría existiendo como una gran fuerza política sólo en la medida que supiéramos defender a los más humildes y a la democracia que tanto nos costara recuperar después de años de luchas y sacrificios.

Seguramente, si hoy viviera, nos diría que no es peronista quien intenta dividir al pueblo, quien trata como enemigo al adversario, quien ignora los verdaderos problemas del país o intenta acallar a sus críticos bien intencionados.

Hoy los argentinos, además de los muchos problemas que quedan por resolver en materia de inflación, inseguridad o empleo; vivimos en un clima de tensión.

Parece que lejos de estar Unidos, estamos Dominados.

Dominados por un estado de crispación que nos divide. Dominados por una trampa absurda que enfrenta a argentinos contra argentinos.

El peronismo está muy lejos de la sociedad bipolar que nos quieren imponer.

Somos un gran movimiento popular cuyos pilares son la unión nacional, la justicia social y la independencia económica.

Y no hay un solo compañero o compañera del peronismo, capaz de bajar la cabeza y resignarse a este presente lleno de conflictos innecesarios.
Los verdaderos peronistas, tenemos un solo enemigo: la miseria, la desigualdad, la pobreza.

Y el amor que tenemos por la Patria, será el motor de los cambios que se vienen.

El futuro está adelante. Y el progreso para todos, también.

Si dejamos de pelear por cosas que no tienen sentido.

Si decidimos aprovechar la enorme oportunidad de crecimiento que tenemos al alcance de nuestras manos.

Si respetamos al otro, más allá de si piensa igual o distinto que uno.

Si somos valientes para reconocer que muchas cosas podrían hacerse mejor y que no importa tanto quien las haga, sino resolver los problemas con los que la gente se despierta todos los días.

Hoy en nuestro país parecen sobrar peronistas y faltar peronismo.

Esto que hoy pasa, no tiene nada que ver con lo que aprendimos de Perón. Del mejor Perón.

Hay amigos que ya no se encuentran a tomar un café, porque parecería que las diferencias de opinión son cosas de vida o muerte.

Por culpa de la mala política, hay familias que dejaron de compartir la mesa los domingos.

Es como que prefieren esperar hasta que volvamos a la normalidad, porque la bipolaridad los obliga a discusiones al todo o nada.

Y todos sentimos que el país, así, no es normal.

Este peronismo de pie. Lleno de amor. Determinado a progresar, tiene hoy una nueva misión histórica.

Que nadie se confunda.

Estamos vivos y llenos de la energía de nuestra militancia.

Que se escuche en todos los rincones del país. Que sepan del primero al último de nuestros compatriotas.
Que aquí está el peronismo pensando en el porvenir.

Un peronismo que rechaza el maltrato, la soberbia y el aislamiento, como forma de gobernar.

Que rechaza el autoritarismo unitario, que discrimina y posterga a las provincias.

Y que le dice BASTA a la división entre los argentinos.

Este peronismo incansable, que mira el futuro lleno de esperanzas, asume la responsabilidad democrática de la hora.

Nuestro grito de unión nacional es una convocatoria a todos los argentinos.

Es la defensa de la Libertad , el federalismo y la democracia social.

CON TODAS NUESTRAS FUERZAS LE DECIMOS:

Sí a la integración regional, afianzando el proceso con los países hermanos del Mercosur.

Sí a la defensa permanente de los derechos humanos sobre la base de la verdad, la justicia y la reconciliación.

Sí al acuerdo entre el capital y el trabajo para el crecimiento sostenido de nuestra economía y una justa y simultánea distribución de las riquezas.

Sí al diálogo, la convivencia y el respeto de todos los sectores sin exclusiones.

Sí a la defensa irrestricta de las libertades públicas, y Sí a la más plena libertad de expresión.

Sí a la democracia y al federalismo como único sistema de gobierno.

Sí a la construcción de una sociedad plural y solidaria.

Sí a las políticas sociales universales y no clientelistas para ayudar a nuestras familias más humildes.

Sí a la justicia social, la independencia económica y la unión nacional.
Eso es peronismo. Esto es lealtad. A la Patria y al Pueblo Argentino.»

Fuente: Urgente 24