La causa habría sido una incorporación de último minuto de la guerrilla a su equipo negociador; crecen las expectativas
OSLO.- En medio de la gran expectativa mundial que despertó el acercamiento, los negociadores del gobierno colombiano y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) retrasaron su llegada a Oslo para retomar las negociaciones de paz que buscan poner fin a casi medio siglo de conflicto. Sin embargo, aún planean arribar a tiempo para su único evento público programado para pasado mañana, cuando está previsto que hagan pública, en una conferencia de prensa, la instalación de la mesa de negociaciones.
Los funcionarios enviados por el gobierno colombiano, que se esperaba que llegaran a Noruega el fin de semana, no llegarán hasta mañana debido a «dificultades logísticas», dijo una portavoz del Ejecutivo. En tanto, tampoco quedó claro cuándo llegarán los representantes del grupo guerrillero.
Ambas partes acordaron en agosto comenzar las negociaciones en las dos primeras semanas de octubre, pero ya habían retrasado su llegada mientras trabajaban para afinar los detalles de las reuniones, que se celebran bajo el principio de que «nada está acordado hasta que todo esté acordado».
Según informó hoy el diario colombiano El Espectador, el nuevo aplazamiento es el resultado de un cambio de última hora en el equipo negociador de las FARC, lo que ha generado preocupación en el gobierno colombiano. Los rebeldes de las FARC incluyeron a la ciudadana holandesa Tanja Nijmeijer en su equipo, una decisión que el Ejecutivo de Santos se negó a aceptar porque no era una ciudadana colombiana, indicó el medio local. Los rebeldes, sin embargo, alegaron que los términos de su acuerdo les permiten elegir libremente a los miembros de su equipo.
La delegación gubernamental está encabezada por el ex vicepresidente Humberto de la Calle (1994-1998), que cuenta con un gran prestigio como negociador entre la clase política colombiana. Junto a él, Santos conformó un equipo en el que no faltan teóricos del conflicto, como el filósofo Sergio Jaramillo, y militares de la línea más dura, como el general retirado Enrique Mora, mano derecha del ex presidente Álvaro Uribe en la guerra contra las FARC. El general Óscar Naranjo, ex director de la policía de Colombia y responsable de algunos de los golpes más efectivos contra la guerrilla, es otro de los activos del equipo oficial.
Al frente de la delegación guerrillera estará Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», número dos de las FARC, tras Rodrigo Londoño, alias «Timochenko». Iván Márquez vive en Venezuela y lleva más de tres décadas en la lucha armada. El equipo negociador lo completan varios pesos pesados de las FARC, como Rodrigo Granda, alias «Ricardo Téllez», conocido como el canciller de las FARC, y Ricardo Palmera, alias «Santos Trinidad», uno de los principales ideólogos de la guerrilla, que cumple una condena de 60 años de prisión en Estados Unidos.
Noruega, un país que ha participado en una veintena de procesos de reconciliación y de paz en las dos últimas décadas, es, junto con Cuba, mediador de un nuevo diálogo formal entre el gobierno colombiano y las FARC, después de los tres intentos frustrados anteriores, el último de ellos celebrado en la localidad de San Vicente del Caguán (1998-2002).
Según está acordado, tras la ronda de contactos en Oslo, las negociaciones seguirán en La Habana, bajo el auspicio del régimen de Raúl Castro. Los gobiernos de Venezuela y Chile también participan como garantes del proceso.
Agencias EFE y Reuters .