Suspenden búsqueda de la cabeza de joven decapitada por la crecida del río Paraná

Se trata de parte del cuerpo de Solange Aguirre, la chica de Benavídez que apareció decapitada y enterrada en una isla de Entre Ríos. La búsqueda tenía que ser encabezada por el fisca y el confeso asesino. Se pasó para la semana próxima con fecha a confirmar.
Los investigadores del crimen de Solange Aguirre, la chica de Benavídez que apareció decapitada y enterrada en una isla de Entre Ríos, suspendieron la búsqueda de la cabeza de la víctima, que se iba a hacer hoy con el confeso asesino, por la crecida del río Paraná.

«El acceso al lugar estaba completamente anegado y no había forma de llegar desde la ruta al sitio donde apareció el cadáver y se iba a realizar la búsqueda», explicó hoy a Télam José Vera, abogado de la familia de la víctima.

El letrado, quien iba a participar de la inspección junto al hermano de Solange, Gastón Aguirre, informó que «la diligencia se pospuso para la semana que viene».

El principal protagonista de la búsqueda iba a ser Alejandro Reynoso (38), el comerciante que fue detenido por el crimen, confesó la autoría del asesinato y hoy iba a colaborar en la búsqueda de la cabeza de Solange que, según le dijo a la Justicia, arrojó cerca del sitio donde enterró el cuerpo.

De la inspección en las inmediaciones del puente Urquiza, del lado de la isla entrerriana de Talavera, en la zona del complejo Zárate-Brazo Largo, participarán el fiscal de Boulogne a cargo de la causa, Sebastián Fitipaldi; el juez entrerriano de Gualeguaychú que intervino en el hallazgo del cuerpo, Arturo Dumón; policías bonaerenses y un grupo de bomberos.

También asistirá el hijo del principal acusado, Sergio Reynoso (19), quien también está detenido por el caso pese a que su padre, en su confesión, trató de desincriminarlo al afirmar que no tiene nada que ver con el hecho y que tampoco supo que le pidió que lo acompañara a la zona de Zárate-Brazo Largo para enterrar un cadáver.
Aguirre (22) era madre de dos niños, un varón de 5 años y una niña de 2, hija de Reynoso padre (38).

La joven fue vista por última vez el 5 de este mes cuando salió a comprar cigarrillos a un supermercado chino de Benavídez donde quedó grabada por cámaras de seguridad y dijo que después iba a ir a hablar con el padre de su hija a una de sus pollerías.

Según la confesión que Reynoso brindó ante la Justicia, aquella tarde Solange lo fue a ver a una de sus pollería de la ruta 9, allí discutieron y que la asesinó atravesándole la cabeza con una chaira para afilar cuchillos.

El pollero relató que luego recubrió el cadáver con dos bolsas, lo cargó en su camioneta y fue a su casa de la calle Peñaloza 1992, de Boulogne, partido de San Isidro.

Ya en horas de la madrugada del jueves 6, fue con su hijo a la zona de Zárate-Brazo Largo, un lugar que conocían porque solían ir a pescar y allí enterró el cadáver, al que previamente le seccionó la cabeza, le cortó las yemas de los dedos de las manos y le tajeó los tatuajes, para dificultar su identificación.

El sábado 8, en un camino vecinal próximo al puente Urquiza de la isla Talavera, a metros del límite con la provincia de Buenos Aires, cuatro pescadores paraguayos que habían visto a dos hombres enterrar algo, descubrieron el cadáver decapitado y completamente desnudo de una mujer, que luego fue reconocido por su familia como el de Solange.

La clave de la identificación fueron los tatuajes que la víctima tenía en uno de sus hombros con las iniciales de los nombres de sus dos hijos, «A» y «L», pese a que esa zona había sido tajeada, y alguna particularidad en sus pies.
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