Las mencionadas asignaciones no son las únicas que quedan deterioradas por la inflación. Un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, advierte que la asignación por hijo discapacitado, al pasar de $ 1080 a $ 1200, tiene una suba nominal del 11% y una caída, en términos reales, del 11,2% en el último año.
El valor de las asignaciones familiares por casamiento, nacimiento o adopción de un hijo acumula una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 55% desde su última actualización, aplicada en 2008. Éste es el cuarto año en el que el Gobierno decidió no incrementar esos montos y adecuar sólo una parte del esquema que define el pago del salario familiar. La inflación durante ese cuatrienio, según las consultoras privadas, ronda el 120%, de lo que surge que hoy con el mismo dinero se puede comprar un 45% de lo que se podía en 2008.
Las prestaciones del salario familiar se financian con contribuciones que hacen los empleadores, definidas como un porcentaje de los salarios que pagan. En el último año esas remuneraciones se incrementaron en alrededor de 25%, un índice cercano al alza de precios. En consecuencia, también la recaudación del sistema subió en esa proporción.
Tal como lo estableció un decreto de octubre de 2008, la asignación por nacimiento es de $ 600, mientras que por matrimonio el sistema paga $ 900 y por adopción, $ 3600.
Las mencionadas asignaciones no son las únicas que quedan deterioradas por la inflación. Un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, advierte que la asignación por hijo discapacitado, al pasar de $ 1080 a $ 1200, tiene una suba nominal del 11% y una caída, en términos reales, del 11,2% en el último año.
por La Nación