El caso más notorio y publicitado es el de la falta de actualización del mínimo no imponible y demás deducciones en el impuesto a las Ganancias que afecta a empleados, jubilados y autónomos. Esos rubros no fueron ajustados en 2002, 2004, 2005, 2009 ni 2012. Y en el resto de los años, salvo 2006 y 2007, se ajustaron menos que la inflación.
La prohibición del ajuste por inflación, y no por casualidad u olvido, es una de las pocas reglas que quedaron de la convertibilidad. Es que en un contexto de alta inflación, el fisco recauda muchísimo más sobre ganancias ficticias tanto de empresas como de individuos, sean empleados, jubilados o profesionales. Y como tampoco se ajustan los montos de reintegros y devoluciones, la AFIP se queda con una diferencia cada vez mayor. Así la inflación es la mejor socia del fisco.
El caso más notorio y publicitado es el de la falta de actualización del mínimo no imponible y demás deducciones en el impuesto a las Ganancias que afecta a empleados, jubilados y autónomos. Esos rubros no fueron ajustados en 2002, 2004, 2005, 2009 ni 2012. Y en el resto de los años, salvo 2006 y 2007, se ajustaron menos que la inflación. Con relación a 2001, el mínimo no imponible para una familia tipo (matrimonio y 2 hijos) subió el 380%, contra una inflación real que supera el 500%.
Se calcula que ya el 20% de los asalariados está alcanzado por Ganancias no por tener un mayor poder adquisitivo sino porque las deducciones no se ajustaron. Otras deducciones, como gastos de sepelio, seguro de retiro, seguros de vida o donaciones siguen en los bajos valores previos a 2001.
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