La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que su gobierno tomará deuda sólo para proyectos de infraestructura y si las tasas son convenientes.
La Jefa de Estado participó junto a Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, del seminario «La deuda en el contexto de crisis global» que se realizó en el Museo del Bicentenario, organizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Tras considerar que el capitalismo actual «no es verdadero, es de casino, especulativo, preocupado por salvar bancos y no sociedades. Es un suicidio colectivo», Cristina Fernández de Kirchner también se quejó porque «los del club de los endeudadores nos preguntan por qué no nos endeudamos» y destacó que el Gobierno sólo tomará deuda «en la medida que las tasas nos convengan y sean para proyectos de infraestructura».
La Presidenta se refirió además a la pesificación de la economía local y consideró que «los argentinos tienen que tener en claro que los únicos que emiten dólares están en Washington».
Cristina Fernández de Kirchner estuvo acompañada por casi todo el Gabinete sólo faltó Julio De Vido, ministro de Planificación- y por militantes de la agrupación interna La Cámpora.
Durante su exposición, la mandataria explicó que es necesario regular los mercados pero también los paraísos fiscales, «porque de lo contrario, estas crisis seguirán apareciendo de forma cíclica».
En ese sentido, Cristina Fernández de Kirchner criticó los planes de ajuste que se están aplicando en Europa y consideró que «lo que se está haciendo ahora no es capitalismo. Restringir el consumo es hacer lo contrario a lo que propiciaba el capitalismo. Pretender la austeridad y que la gente se muera de hambre derivó en una distorsión del capitalismo, que pasó de concebir a la producción por el capitalismo de los banqueros y la especulación».
Por su parte, Stiglitz reiteró sus críticas a los planes de ajuste y aseguró que «cuando los países están en una situación de crisis y hay problemas económicos, entonces se produce un problema de demanda agregada. La austeridad frena la economía y el beneficio fiscal que se espera siempre es una desilusión». En ese sentido, el economista insistió con la necesidad de crear un sistema de quiebra para deuda soberana.
El premio Nobel criticó a los banqueros porque durante la crisis de 2008 en Estados Unidos y la actual en Europa, emplearon «tácticas de miedo, diciendo que si los gobierno no hacen lo que ellos quieren se acaba el mundo».
Durante su exposición, la Presidenta retomó algunos conceptos que había vertido Stiglitz durante su alocución, que duró unos 50 minutos.
En ese sentido, Cristina Fernández de Kirchner criticó a las calificadoras de riesgo y consideró que «es una locura que (según las calificadoras) sea más riesgoso tomar deuda de la Argentina que de España».
La mandataria coincidió con Stiglitz además, en que la responsabilidad por los altos niveles de endeudamiento no sólo es de los deudores, sino también de los acreedores, porque «ellos tienen el expertise y deben saber quiénes pueden devolver el dinero y quienes no».
La Presidenta sostuvo además, que ahora falta un nuevo marco teórico que contemple «las nuevas necesidades que surgen de reformular el capitalismo que se ha distorsionado de una manera atroz».
La mandataria criticó la falta de liderazgo político que se está registrando en Europa para hacer frente a la crisis y afirmó que «el gran problema que tenemos es la falta de liderazgo político para afrontar una solución y principalmente se advierte desde la eurozona».
Cristina Fernández de Kirchner consideró que esa falta de conducción política también se registra en el G-20, en especial entre los representantes de la eurozona.
Por otro lado, Stiglitz consideró que el gobierno de Estados Unidos autorizó a los bancos a alterar los balances haciendo figurar que los deudores pagarían sus deudas, para hacer frente a la crisis de deuda de los ’80 autorizó.
Por su parte, Cristina Fernández elogió esa decisión de Estado Unidos porque consideró que la tomó para defender a su pueblo, que es lo que deben hacer los que gobiernan. «Si yo hubiera sido presidente de los Estados Unidos, hubiera tomado la misma decisión», sostuvo.
El Premio Nobel sólo advirtió a la Argentina, aunque sin mencionarla, que las respuestas a la crisis no deben dejar «un legado de problemas para atacar en el futuro».
Por otro lado, Cristina Fernández de Kirchner destacó que la política económica de Argentina se basa en un proceso de fuerte industrialización, de sustitución de importaciones, de aumento de la demanda agregada a través de convenciones colectivas de trabajo. «Esto ha sido un aumento del mercado interno de la Argentina muy fuerte», sostuvo.
En ese sentido, la mandataria consideró que América del Sur tiene en sus manos una gran oportunidad, por lo que debe hacer un «scrum» muy fuerte y afrontar la crisis con inteligencia. «La inteligencia está en saber que tenemos una inmensa cantidad de compatriotas de América del Sur que no están incorporados al consumo».
Por su parte, Stiglitz destacó que «Argentina demostró que no fue fácil pero que es posible responder a la crisis con una reestructuración de la deuda, haciendo posible que la economía pueda seguir adelante».
nosis